A Japón no gracias

Sólo un mes y medio después estaba previsto que allí se disputase la tercera cita del calendario 2011, pero era imposible. Dorna decidió aplazarla hasta octubre y esperar la evolución de los acontecimientos. El escape radioactivo de Fukushima complicó todo un poco más, aunque el viernes, en la reunión de la comisión de seguridad, Carmelo Ezpeleta, «Mr. MotoGP», comunicó a los pilotos que lo más probable es que la caravana viaje a Oriente en otoño.

El dueño de la empresa que organiza el campeonato lo tiene muy claro, pero los deportistas parece que no tanto. Muchos no creen que sea seguro competir en la zona afectada y preferirían dejarlo para el año que viene. «No tengo nada en contra de Japón, ni mucho menos. Para mí es un país increíble, muy diferente a todos. Casi todas las fábricas son japonesas y para ellos es un orgullo correr allí, pero el circuito está muy cerca de todo lo que sucedió», explicaba ayer Lorenzo. «Si se puede evitar, al menos este año, mejor. Pero si se va, se va. Más que nada es por un asunto de salud, aunque si se decide ir, tendré que ir. No me niego a correr en ningún circuito», continuaba Pedrosa. Los dos primeros clasificados del Mundial expresaron claramente su opinión, que choca directamente con los planes de la organización. Para Japón sería una buenísima noticia poder recibir a las motos, pero los pilotos son también personas y dudan de que sea adecuado viajar tan pronto al lugar de la tragedia.

Monopolio Honda.
La historia dice que Le Mans es un circuito favorable a las motos Yamaha, pero eso debía de ser antes de que Honda hiciese un par de retoques decisivos en su caja de cambios. Las motos del ala dorada dominan incluso jugando en campo contrario, como se supone que sucede en Francia. Stoner lideró el festival por delante de Simoncelli. Pedrosa y Lorenzo no tuvieron su mejor día y sólo pudieron ser cuarto y quinto.