Crisis del PSOE
El PP busca en Cataluña la mayoría
FICHA: LUGAR: Arranque de campaña en Castelldefels, icono de la nueva influencia del PP en el panorama catalán.ASISTENCIA: 1.200 personas que siguen las intervenciones de pie.PARTICIPANTES: Manuel Reyes, Ana Mato, Jorge Fernández, Alicia Sánchez-Camacho y Mariano Rajoy.
CASTELLDEFELS- El 14 de marzo de 2004, el día después de que José Luis Rodríguez Zapatero obtuviera en las urnas su primer pasaporte a La Moncloa, Pasqual Maragall apostilló que «Cataluña ha sido el puntal del cambio en España». Hace ocho años, el PSC obtuvo 21 escaños, cuatro años más tarde lograría 25. En ninguna otra Comunidad Autónoma la distancia entre socialistas y populares fue y es tan grande como en Cataluña, 17 diputados de diferencia.
Consciente de que no hay victoria sin reducir esta distancia, el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, se ha volcado en arañar votos al PSC y CiU escuchando a los ciudadanos para traducir sus inquietudes en propuestas. Primero en las autonómicas y luego en las municipales, el PP recogió los frutos de este trabajo. Y ayer, animado por los sondeos que dan una homérica victoria al PP el 20-N, el candidato por Barcelona, Jorge Fernández, se inventó un lema para alentar a su equipo: «No hay dos sin tres».
Decepcionados socialistas
Pero como no es cuestión de fiarlo todo a la sabiduría popular, en el mitin de apertura de Castelldefels, «histórico» porque es la primera vez que el PP arranca la campaña en Cataluña, Fernández dio argumentos a los catalanes para que el 20-N den un voto de confianza a Rajoy. Para empezar les propuso un ejercicio de memoria, recordar todas las promesas que Zapatero hizo hace cuatro años y que no ha cumplido. Zapatero, Rubalcaba y Chacón «nos prometieron que ésta era la legislatura de la plena ocupación, que no llegaríamos a los tres millones de parados, ni a los cuatro. Y ya tenemos cinco millones», lamentó.
Fernández aseguró que las palabras se quedan cortas ante una situación tan «dramática» como la que atraviesa el país, así como que «no nos esperan tiempos fáciles». Pero, pese a la situación de «emergencia nacional», aseguró que al PP «no nos asustan los retos». Como muestra, presentó el aval de haberlo hecho ya antes, en 1996, cuando los populares ganaron las elecciones por primera vez. Entonces, el Gobierno de José María Aznar sacó a España de una crisis y la colocó en la Europa del euro, y ahora, el PP se ve otra vez capaz de repetir la gesta con Rajoy al frente.
Fernández aseguró que de lo único que tiene miedo su partido es de «la frivolidad y la incompetencia que ha demostrado el Gobierno de Zapatero», aunque reconoció que España no superará el bache de la crisis sin el «esfuerzo colectivo». «¡Demostremos que juntos podemos!», exclamó, a lo que los simpatizantes que llenaron el polideportivo Can Vinader de Castelldefels para ver en persona a su líder, Rajoy, respondieron con un sonoro aplauso.
La entrega de la ciudadanía que Fernández percibió le animó a decir que aspiran obtener por primera vez un senador de elección directa en Barcelona y Tarragona y a repetir los resultados de 2000. Entonces, Josep Piqué obtuvo doce diputados, lo más alto que ha volado la gaviota del PP en unas elecciones generales. Fernández es consciente de que esos doce diputados vinieron acompañados de una mayoría absoluta de los populares en España, y se ha propuesto como reto no estar por debajo. Para lograrlo, Alicia Sánchez-Camacho apeló al «voto útil» del PP y, en un bastión tradicional del PSC, alentó a los socialistas desencantados a confiar en Rajoy.
La carta de la economía
El PP, enfundado en el traje de un partido que quiere gobernar, de centro y moderado en el que caben todos, avanzó que jugará la carta de la crisis económica. Ya cuando Alicia Sánchez-Camacho logró un resultado histórico para el PP, Rajoy subrayó que «estamos para construir y resolver los problemas de la gente, y no para líos y debates identitarios». Y en esta tesitura se va a mover. Ayer, Fernández, Sánchez-Camacho y Rajoy hablaron de economía con el convencimiento de que Cataluña tiene un papel decisivo en la recuperación económica de España, un mensaje en el que insistirán los próximos quince días.
Rosell no deja el Palau al PP
En 1999, Jordi Pujol celebró el acto central de su campaña en el Miniestadi. Pero el actual presidente del Barça, Sandro Rosell, no quiere dejar el Palau Blaugrana al PP para celebrar el acto central de la campaña, que tendrá lugar el próximo día 16 de noviembre en Barcelona. Rosell dice que las instalaciones del Barça no son para celebrar actos políticos, de manera que el PP se ha tenido que buscar otro emplazamiento. Después de descartar la plaza de toros de la Monumental porque la lluvia podría deslucir el mitin, celebrará el evento central de la campaña en un polideportivo de L'Hospitalet de Llobregat. La instalación en cuestión está al ladito del Palau Blaugrana.
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