Nueva York

Benidorm circunscripción vasca

Los «exiliados» vascos valoran positivamente la iniciativa del Gobierno de permitirles votar en su comunidad de origen. «Las heridas todavía no se han cerrado», aseguran

Benidorm circunscripción vasca
Benidorm circunscripción vascalarazon

BENIDORM- Benidorm, tierra de sol, de playas de aguas transparentes, de rascacielos, de alemanes, ingleses... y de vascos. Son muchos los que han encontrado en esta localidad alicantina un lugar en el que vivir. Algunos se consideran exiliados políticos, otros aseguran que simplemente se fueron buscando un lugar más tranquilo para montar sus negocios. A unos no les incomoda hablar de política y de la situación que se vive en su tierra, otros esquivan el asunto, pero todos coinciden en que es una buena iniciativa el anteproyecto de ley que prepara el Gobierno, que tiene como objetivo permitir el voto en el País Vasco de aquellos que han huido amenazados por ETA.

La «calle de los vascos» es el nombre con el que se conoce una de las vías del centro histórico de Benidorm. La calle Santo Domingo es la que agrupa a una veintena de tabernas regentadas por vascos y donde la paella ha quedado totalmente desplazada por los «pintxos».

«Prefiero votar aquí porque es donde tengo mis intereses, pero está bien que quien quiera pueda escoger». Así inicia su testimonio un hombre que prefiere que no se revele su nombre. La historia de su vida da motivos para que no lo haga. «Estoy aquí por política». Su familia decidió emigrar a Benidorm después de que se descubriese que su padre era policía en Bilbao. «Para todos era cocinero hasta que mataron al compañero de mi padre en un atentado. Él quiso llevar el féretro, no se puso gafas de sol, salió en las televisiones y todos se enteraron». Ahí comenzó el martirio. «Me pusieron en el pupitre: "Tu padre es el siguiente". Un día cuando salía del instituto, me tiraron al suelo, me pusieron una chaqueta por encima y me dieron una paliza». A los 19 años tenía que ir a estudiar acompañado de policías de paisano. Aquello no era vida. Cambió varias veces de centro escolar. Un día, «de la noche a la mañana», decidieron abandonar el País Vasco. «Yo soy vasco hasta la médula, pero ante todo soy español». Visita con frecuencia su tierra, reconoce que «la cosa está más tranquila», pero no tiene intención de volver.

La historia de Juan Sánchez, propietario de La Alberca, uno de los restaurantes de esta calle, no tiene una carga tan dramática. No huyó amenazado por ETA, pero reconoce que si no comulgas con determinada ideología puedes tener problemas. Lleva dos años en Benidorm, desde que nació su hija, y se siente a gusto. «Las cosas allí son duras. Todavía quedan reminiscencias...». Admite que «aquí se vive más tranquilo. Se convive. Puedes hablar de cualquier cosa, la ciudad te acoge».

«Me parece estupendo que se permita el voto, creo que es beneficioso para todos». Por supuesto, no olvida sus raíces. «¿Quién no echa de menos aquello? Claro que te acuerdas, pero aquí vives».

Eguzki lleva más años viviendo fuera del País Vasco que en él. La historia de su vida bien podría convertirse en una novela. Valencia, Nueva York... y desde hace mucho Benidorm. Se declara una escéptica de la política. A su lado, Sánchez apunta que es un sentimiento muy común entre los vascos. Aún así, afirma que le parece «fantástico» que quien quiera pueda votar en el País Vasco. ¿Y volver? No tiene mucha intención. «Soy una vasca que adora Levante. Está en mi corazón».

Por La Alberca de Juan y Cristina, su mujer, pasa un guipuzcoano afincado desde hace 23 años en Benidorm. «Me parece estupendo que todo el que quiera se pueda expresar. La violencia ha terminado, pero los perdones tardarán en llegar, las heridas todavía no se han cerrado». Asegura que buscó en tierras alicantinas una salida laboral y la encontró. «Me siento vasco y tengo mucho que agradecer al pueblo valenciano».

Una década hace que Eleazar dejó Baracaldo. Tampoco fueron motivos políticos, sino familiares. Ahora regenta un restaurante en el que se respiran los olores de la gastronomía vasca por los cuatro costados. Aprueba el anteproyecto de ley y argumenta que los vascos que viven fuera tienen el mismo derecho que los extranjeros a votar.

 

REFORMA LEY ELECTORAL
El PNV asegura que «ataca su soberanía»

El presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, criticó ayer con dureza la modificación que el Ministerio del Interior realizará en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) para que los «exiliados» vascos puedan votar. Un cambio que, a su juicio, «se tiene que aprobar en el País Vasco», al mismo tiempo que acusó al PP de «utilizar a las víctimas» con un «cambio del censo que ataca a la soberanía popular en Euskadi». En un acto desarrollado ayer ante afiliados de la formación jeltzale en la localidad vizcaína de Baquio, Ortuzar aseguró que se trata de una decisión unilateral e impuesta, de «extrema gravedad» y que «ataca la soberanía popular en Euskadi». «Queremos lo mejor para las víctimas. Reconocemos su dolor y el daño causado por ETA. Les abrimos nuestros brazos, pero estamos en contra de que se los utilice políticamente para lograr intereses partidistas. El PP no quiere a las víctimas, las utiliza con esta reforma», manifestó el dirigente peneuvista, para añadir que el Gobierno central va a recibir «la oposición radical de la sociedad vasca», pero también del PNV. Y es que para Ortuzar esta reforma significaría una decisión «maquinada en España para Euskadi y sin Euskadi».

 

En primera persona
Juan Sánchez/restaurante La Alberca
«Aquí se puede hablar de cualquier cosa»

Juan Sánchez, dueño del restaurante La Alberca, lleva dos años en Benidorm y se siente a gusto. «Aquí se vive más tranquilo, se convive y puedes hablar de cualquier cosa». A Sánchez le parece «estupendo» que se permita votar a los «exiliados vascos». «Creo que es beneficioso para todos», asegura mientras recalca que no olvida sus raíces.

Eleazar/empresario
«Tenemos el mismo derecho a votar»

Hace una década que Eleazar dejó Baracaldo por motivos familiares. Ahora regenta un restaurante en Benidorm, en «la calle de los vascos», en el que se respira la gastronomía de su tierra. El anteproyecto de ley le parece una buena iniciativa y defiende que los vascos que viven fuera tienen «los mismos derechos» que los extranjeros a votar.

Eguzki/afincada en Benidorm
«Me parece fantástico que se pueda votar»

Eguzki lleva más años viviendo fuera el País Vasco (Valencia, Nueva York y ahora Benidorm) que en su comunidad de origen, pero le parece «fantástico» que quien quiera votar en el País Vasco, aunque resida fuera, pueda hacerlo. No tiene planes de regresar a su tierra. «Soy una vasca que adora Levante. Está en mi corazón».