Tartazos flexiones y declaraciones de amor

MADRID- Los primeros días de curso en los colegios mayores son unas fechas ansiadas por muchos y temidas por otros. El motivo: las novatadas. Los jóvenes que llegan a Madrid desde toda España para estudiar la carrera se encuentran con que sus compañeros de residencia no son tan cariñosos como sus padres. Algo que ya no coge por sorpresa a casi nadie, pero que sigue asustando un poco a los alumnos de primer año.
Las novatadas las suelen idear los veteranos de tercero, que ya sufrieron la misma experiencia cuando llegaron al colegio mayor, aunque reconocen que no lo hacen «por venganza», sino para divertirse un rato y establecer amistad con los nuevos. «Las novatadas sólo duran un mes, y después de estos juegos te das cuenta de que has hecho grandes amigos», asegura uno de ellos.
Lo cierto es que este tipo de prácticas están prohibidas por los rectores de las universidades y por los directores de los colegios mayores adscritos a las mismas. Esta norma se les hace saber a los chavales cuando ingresan en los centros, donde se les da una charla para concienciarles sobre este tema, y firman las cláusulas de comportamiento, pero el apartado de las novatadas casi nunca se obedece.
El responsable, de un colegio mayor de Ciudad Universitaria asegura que «están muy perseguidas», pero que cuando los chavales salen del recinto, es «bastante complicado» saber lo que hacen, a no ser que haya una denuncia. «Apostamos por que la integración de los novatos sea lo más relajada posible y que no se atente contra su dignidad»,explica. Las novatadas son sancionadas con faltas graves o muy graves que pueden conllevar la expulsión temporal o definitiva del alumno que las cometa. De hecho, en esta primera semana de curso un colegio mayor ha echado a un chico veterano durante cuatro días después de que uno de los responsables se percatara de que había obligado a un novato a hacerle la cama y recogerle el cuarto. Una novatada que, en principio, no parece grave pero que según algunos directivos de estos centros «puede derivar en otras peores» que lleguen a afectar de verdad al alumno.
Los directores de los colegios mayores mantienen una constante comunicación entre ellos para estar al corriente de las posibles situaciones violentas que se puedan producir entre los alumnos y, así, poder evitarlas o impedir que se vuelvan a repetir. Los rectores de las universidades cada vez son más estrictos con los castigos por novatadas, y aseguran que estas prácticas van decayendo año tras año, aunque todavía son cientos los jóvenes que las padecen. De hecho, hay colegios mayores que tienen fama de hacer novatadas «muy duras» y que los jóvenes que deciden ir allí a vivir « ya saben a lo que van», aclara un veterano, «aunque también depende mucho de las generaciones». La realidad es que de todos los alumnos de colegios mayores de Ciudad Universitaria, tan sólo los de uno declararon que están prohibidas desde 1982, tanto dentro del centro, como cuando salen de él, y que todos cumplen esta norma de forma estricta.

Dispositivos anti-gamberros
- Las novatadas no se limitan únicamente a los alrededores de los campus universitarios. También los estudiantes de Secundaria, se ven en muchos casos afectados por este tipo de costumbres estudiantiles. Esta semana, en Torrejón de Ardoz, se ponía en marcha un dispositivo especial para evitar las gamberradas al inicio del curso. La medida, que se lleva desarrollando ya cuatro años en la localidad, consiguió que el año pasado no se registrase ninguna novatada destacable en los accesos a los institutos del inicio del curso escolar el año pasado, informó el Ayuntamiento.