CRÍTICA DE CINE /«Poesía»: Un cineasta y una actriz de raza

Una madre coraje («Mother», de Bong Joon-Ho, inédita en España) y una abuela coraje (la heroína de esta admirable «Poesía») han coincidido en el cine coreano reciente. Ambas son flores rojas que extienden su corola para proteger a sus retoños, que han cometido un crimen innombrable. En concreto, la Mija de «Poesía», que la veterana Yun Junghee interpreta desde una admirable mezcla de locura y sincera inocencia, se enfrenta al delito de su nieto adolescente cuando empiezan a olvidársele las palabras. La cinta es la memorable toma de conciencia de una mujer única que necesita reinventarse a través de un nuevo uso del lenguaje: tiene que traducir su mirada, ya lírica, al idioma de la poesía. Lee Chang-Dong aprende con ella a entender otra vez el mundo. Su serenísima puesta en escena es la muleta, la mano que el director de «Secret Sunshine» tiende a la mujer que honra. La cámara nunca se separa de ella, intentando ponerse a su mismo nivel de empatía y desconcierto a medida que se da cuenta de por qué le resulta tan difícil escribir una poesía. Ella busca la belleza en el universo, pero ella es la belleza. Sólo eso la salva de las estrategias de poder de los hombres, de su indiferencia y crueldad, y sólo eso le permite establecer un puente de comunicación con otras dos mujeres, una madre y una hija, también víctimas. Esa comunicación se manifiesta en una de las secuencias más hermosas del filme, en la que Mija habla con una campesina del clima y el paisaje sin acordarse de la importancia emotiva de ese encuentro. Es en esos momentos donde es fácil reconocer a un cineasta –y a una actriz– de raza.

Lo mejor: el encuentro entre la campesina y Mija, ambas a un lado y a otro de los resultados de un mismo delito
Lo peor: Yun Junghee debería haber compartido con Binoche el premio a la mejor intérprete en Cannes