Un beso

Voy con mi hija pequeña y su prima a Chamartín al tren de las 13 y 20, cuando en el andén antes de los controles vemos una pareja, un viejo y una casi tanto, besándose largamente, se paran las niñas a mirar y me retienen, hasta que las arrastro conmigo antes de que termine el beso. Pero héte aquí que, ya en nuestros asientos, entra el vejete al vagón y va a sentarse a la otra punta.

Conque ellas se ponen a cuchichear: -¿Has visto, Celina? -Claro. -¡Cómo se besaban! -Y tan viejecitos. -¿Y por qué sería? Seguro que una despedida para siempre o algo así. -¿Te parece? -Me dan ganas, Celina… [Ya está el tren en marcha. Cuando quiero darme cuenta, allá las veo que se han lanzado a donde el viejo. Las sigo, dudoso y rezongando, y me paro un poco de lejos a escucharlas] -¿Nos perdona, señor, que seamos indiscretas? -¿Eh? Me encanta, me encanta, chicas; adelante.

-Que le hemos visto en el andén besarse… -Y que no es pecado, ¿no? -Pues claro: era una novia de mis años floridos. -¿Era una despedida para muy largo? -¡Qué va! En unos días volveré a verla. -Entonces, ¿era como para volver a declararse? -¿Que se quieren? -Pues no, nada de eso. -Pues, ¿por qué? -Diablos de niñas, ¿es que tiene que ser por algo? -Generalmente la gente, cuando se besa, quiere decir algo con el beso. -Ah, ¿sí? Pues nos salió así de pronto. -Perdónelas, señor: es que… -Pero si son encantadoras. –¡La que habéis armao con vuestros arrebatos! –Es curioso, papi, esto de los besos, ¿verdad, Celina? -Sí, y parece muy propio de humanos, ¿no, Rosa?-Sí: los monos no hacen nada de eso con los labios -Eso sí, muy humano. –Claro que de eso les vendrá también lo malo. -¿Qué es lo malo, niña? -Lo del significado. -Que tengan que querer decir algo los besos: eso los estropea.-Es triste, ¿no, Rosa? -Una pena.