Literatura

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Juana Salabert la luna crece

«La faz de la tierra»Juana SalabertAlianza249 páginas. 17, 50 euros.

La escritora afila su tendencia poética, contenida ante el sustantivo cruel y real como un relámpago. Una obra maestra»
La escritora afila su tendencia poética, contenida ante el sustantivo cruel y real como un relámpago. Una obra maestra»larazon

Aveces el lector sensible tiene la sensación de que Juana Salabert se asoma a las vísceras de sus personajes, de que otea en los surcos que crea la lluvia en la faz de la tierra empapada, allí donde yacen los sueños de quienes viven en sus novelas. Salabert, hija de españoles que vivieron el exilio tras la Guerra Civil, conoce el extrañamiento del lugar de las raíces, y de alguna manera sus personajes viven así: sabiéndose extraños en un mundo donde florecen siempre antes el dolor y el rechazo que ninguna otra cosa.

Finalista del Nadal en 1996 con «Arde lo que será», Juana Salabert obtendrá el Premio Biblioteca Breve 2001 con «Velódromo de invierno» y el premio Fernando Quiñones, en 2007, con «El bulevar del miedo». Y con su última obra, «La faz de la tierra», ha conseguido alcanzar una obra maestra de introspección y sensibilidad. El «decorado» ya no es un determinado y crítico periodo histórico; el desarrollo de la acción no enreda tiempos y vivencias: el lector siente como si levantara una piedra y viera debajo de ella con precisión la sucia batalla de escorpiones y escolopendras, Aquí, Juana Salabert ha afilado el bisturí, e incluso una cierta tendencia poética, expresa en otras obras, aquí es contenida ante el sustantivo cruel y tan real como el relámpago en medio de una noche de tormenta.

Una mujer huye de un reciente hijo muerto en la cuna, de un marido, Álvaro, atractivísimo, que la golpea. Ella quiere refugiarse en la casa de un amigo de la infancia, Jonás. Pero el destino hace que el autobús tenga un accidente y ella acabe en coma en el hospital. Allí se reúnen los otros personajes: la madre de Álvaro, una mujer que vive del odio y del recuerdo de una escena de pederastia donde una vez vio a su marido; el hermano de Alvaro, Adrián; su mujer, Sofía; la médica que ha realizado la operación. Salabert nos enseña que en la faz de la Tierra a veces no hay sol, sino sólo una luna negra que ilumina la tierra devastada de Eliot.