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Comunidad de Madrid

Los acampados se plantean desalojar Sol voluntariamente

Tras dos semanas, algunos «indignados» pierden fuerza. Ayer celebraron asambleas en 124 plazas

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Madrid- Miles de «indignados» se reunieron ayer en 124 plazas de diferentes barrios y municipios de la Comunidad de Madrid. Las «asambleas de barrio» partieron de un orden del día orientativo en el que se trataron temas como la evaluación de los recursos, necesidades y propuestas de actuación. Para ello han creado la Comisión de Barrios, que se encarga de establecer cargos rotativos para que nadie ocupe un puesto de forma indefinida, de que se respeten los turnos de palabra y de que los portavoces trasladen las decisiones que se tomen a la Asamblea Popular de Madrid, cuya primera reunión será hoy a las doce de la mañana en la Puerta del Sol. Con estas medidas pretenden crear «asambleas saludables» que funcionen de forma «transparente, horizontal y que permita a todas las personas participar en igualdad de condiciones».
El tema protagonista de las reuniones de ayer fue el desalojo de Sol. Y es que, para algunos, la acampada de Sol ya ha perdido su sentido y sólo debería quedarse un punto permanente de información, de recogida de propuestas ciudadanas y de convocatorias de manifestaciones. Sin embargo, hay otros «indignados» que no quieren abandonar la plaza a pesar del cansancio,porque todavía hay mucha gente que los apoya. La decisión final sobre la permanencia en Sol y el futuro del movimiento 15-M se tomará hoy en la primera Asamblea General de Barrios, que se celebra a las doce de la mañana en la céntrica plaza. En ella podrán participar los portavoces de las diferentes asambleas descentralizadas que tuvieron lugar ayer y se informará sobre la periodicidad de estas reuniones y su localización.
Cuando termine, cualquiera que lo desee podrá compartir con los asistentes sus propuestas.
Lo cierto es que los acampados cada vez están más presionados, tanto por los comerciantes que les culpan de la caída de sus ventas, como por los que dicen que el campamento es un foco de suciedad, ambas acusaciones negadas por los «indignados».