Barcelona

Mas se compara con el Rey para justificar su «sí» al soberanismo

El Parlament puso ayer fin al breve recorrido de la independencia en la Cámara catalana. La abstención de CiU facilitó que prosperaran las enmiendas a la totalidad del PSC, PP y Ciutadans a la ley de Solidaritat (SI) que proponía declarar la secesión de Cataluña esta legislatura y, al final, la independencia sólo tuvo trece votos a favor.

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Los discursos de federalistas, constitucionalistas y soberanistas, que podrían haber servido a un profesor de cuarto de primaria para explicar qué son los antónimos, coincidieron en un punto: todos reprocharon la ausencia de Artur Mas en el debate.

El presidente de la Generalitat, que votó «sí» a la independencia en la consulta sin validez legal del 10-A, hizo novillos. Pasó de los discursos y no apareció en el hemiciclo hasta el momento de la votación. Mas y sus consellers, que también faltaron al debate – a excepción de Joana Ortega y Josep Mª Pelegrí–, se ahorraron escuchar las diferentes versiones de la oposición para echar en cara a CiU que votara «sí» a la independencia el domingo y se abstuviera ayer en el Parlament. Por la mañana, Mas respondió a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, que «tengo todo el derecho de ir a votar como si un día el Rey vota en un referéndum».

Falta de seriedad
La ausencia de Mas, sumada a la imagen de Oriol Pujol, más pendiente del móvil que de los oradores, y el circo que se organizó frente al Parlament restaron seriedad al debate. Pese a que fuera la primera vez que la independencia se colaba en el hemiciclo.

Aunque durante el pleno guardaran las formas, los tres diputados de SI pusieron el broche a su acampada frente al Parlament, con un espectáculo digno de películas de Leslie Nielsen. El diputado Uriel Bertran cogió el megáfono de uno de los cincuenta independentistas concentrados a las puertas del Parlament para dejar constancia de su promesa: «Lo volveremos a intentar». Tras él, sus compañeros «solidarios», Alfons López Tena y Toni Strubell, mostraban cuatro dedos, emulando las cuatro barras. Cerraba la escena la actriz porno Maria Lapiedra, paseando con los pechos al aire y cubriendo su trasero con una bandera «estelada»

Ya en el hemiciclo, Strubell empleó la retórica para convencer a CiU de que diera una oportunidad a la ley. Propuso suprimir el último punto de la iniciativa, que ponía como límite para proclamar la independencia esta legislatura, pero CiU respondió que aunque «estemos de acuerdo con el qué, no lo estamos con el cómo ni el cuándo». El diputado de SI lo intentó incluso citando a un histórico de Unió, Carrasco i Formiguera, que antes de ser ejecutado encomendó a Dios su sacrificio «por la independencia».

La diputada del PP Llanos de Luna también se encomendó a las citas, en este caso a Pla, que decía que Cataluña fabrica mucha ropa interior y no hay tantos catalanes para usarla. De Luna expuso que Cataluña exporta el 56 por ciento de sus productos a España. Sánchez-Camacho remató que «ha sido un día enormemente triste». La diputada del PSC Montserrat Tura optó por Companys para defender un frente para modificar la Constitución y lograr un mejor encaje de Cataluña en España.