Tovar defiende que la protesta del martes pase por la casa de Valcárcel

MURCIA- El ambiente parecía indicar que apuntaba a la calma y, especialmente, a la reflexión después de la brutal e injustificable agresión que sufrió el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, el pasado sábado. Desde el Partido Popular murciano se apresuró a llamar a filas al delegado del Gobierno en la Región, Rafael González Tovar, para que actuara de inmediato en defensa de los políticos del Gobierno autonómico y les procurara mayor protección, algo que había brillado por ausencia hasta ese momento. Sin embargo, la actuación de Tovar no se está caracterizando ni por su celeridad ni por su eficiencia. Ante la espiral que estaban adquiriendo los acontecimientos en el ámbito político regional (con la foracidad de unos sindicatos que se antoja insaciable como piedra angular) el consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana del Gobierno regional, Manuel Campos, optó con muy buen criterio por solicitar al delegado del Gobierno que variara el itinerario de la próxima manifestación de los empleados públicos, azuzados por los sindicatos fechada para el próximo martes.

La intención primaria que se presume de la solicitud de Campos es que no se repitieran en la Gran Vía de Murcia actos tan indeseables como que el portal del domicilio particular del presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, se convirtiera en diana improvisada del lanzamiento indiscriminado de huevos y naranjas podridas. Una estampa que se ha vivido en todas y cada una de la media docena de protestas sindicales celebradas hasta la fecha y que, si todo no experimenta un giro de 180 grados se volverá a ver el próximo martes porque la Delegación del Gobierno optó ayer por declinar el ofrecimiento de Campos de cambiar la ruta de la protesta. Lo cierto es que no fue una resolución que provocó mucha sorpresa toda vez que los secretarios generales de los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO), Antonio Jiménez y Daniel Bueno respectivamente, ya se habían mostrado contrarios a la modificación de ruta de sus circos callejeros por considerar que sería una forma de coartar su derecho a la movilización. El consejero Campos envió formalmente un escrito el pasado martes, según ha podido saber LA RAZÓN, expresando su interés por variar la dirección de la protesta. La resolución definitiva del asunto se produjo ayer después de que Tovar llamara a representantes sindicales para trasladarles la petición del consejero de Justicia, el cual también estuvo presente en el encuentro para esgrimir las razones que le llevaban a solicitar el cambio de itinerario.

El resultado final fue la victoria de los sindicatos y la derrota de Campos. Se desconoce si este aspecto se debió a la falta de argumentos convincentes y sólidos del consejero o la actitud pertinaz de sindicatos y delegado de no retroceder ni un milímetro. Aún así, fuentes oficiales aseguraron ayer a este periódico que hoy va a comenzar la adopción de medidas legales al respecto. Fuentes consultadas por esta redacción aseguraron que lo más lógico es que el Gobierno regional presente un recurso contencioso-administrativo ante el juzgado pertinente para iniciar las acciones legales.

En el entorno del Ejecutivo Valcárcel se alberga la indiscutible esperanza de que la vía judicial les otorgue la razón en un aspecto en el que parece en buena lid que el sentido común sí se la concede. Además, Campos no estuvo solo en su reivindicación, ya que la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Murcia, Nuria Fuentes, dio a conocer ayer que el consistorio entregó un escrito a la Delegación pidiendo el cambio de itinerario el pasado 13 de enero. La decisión pasa ahora al ámbito judicial.

Ruiz demanda al delegado que tenga más previsión
El vicesecretario del PP de la Región de Murcia, José Gabriel Ruiz, afirmó ayer que «lo que no tiene sentido es que haya transcurrido casi un mes desde el pasado 22 de diciembre», cuando comenzaron los altercados, «y sea ahora cuando se plantee la sanción de determinadas conductas que todos hemos visto». De ahí, que haya considerado que un delegado del Gobierno «tiene que prevenir y no esperar a que se produzcan desenlaces que ninguno queremos porque no se hayan tomado las medidas pertinentes en materia de orden público». En opinión de Ruiz, el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, «no ha sido muy diligente en su función», por lo que su gestión, lamentó, «deja mucho que desear, ya que durante un tiempo se ha estado permitiendo que se realicen una serie de acontecimientos que en condiciones normales no se permite». En el PP existe mucha molestia con Tovar.