Freno a la corrupción por Carmen Gurruchaga

En el momento de escribir este artículo, los candidatos a las elecciones asturianas y andaluzas apuraban sus últimas horas de campaña para pedir el voto a los ciudadanos. El tono de los mensaje era muy distinto entre los aspirantes andaluces. Así, mientras Griñán soltaba un tímido: «Podemos ganar», Arenas afirmaba: «Es posible la mayoría absoluta» y Vaderas soñaba con ser una pieza clave tras el 25-M para poder tocar poder. Las redes sociales y la opinión de la calle son favorables al candidato del PP, y parece muy claro que las elecciones las ganará Javier Arenas. Y, sin embargo, hasta mañana a las 22:00 horas, más o menos, no sabremos si gobernará en Andalucía los próximos cuatro años. Los socialistas sólo aspiran a frenar la posible mayoría absoluta del PP porque esa situación permitiría que Griñán siguiera sentado en San Telmo con el apoyo de IU. Durante la campaña, el presidente de la Junta ha esquivado con la mayor habilidad posible los escandalosos casos de corrupción que tenía sobre sus espaldas. Ahora, dice que sus mayores preocupaciones son el empleo y la educación cuando ambas materias han estado descuidadas durante los últimos 30 años. De lo contrario, esa comunidad autónoma no habría conseguido llegar a semejantes tasas de desempleo y de fracaso y abandono escolar muy superiores a la media nacional. También ha garantizado que no accederá a endeudarse por encima de la capacidad financiera de la comunidad. Un poco tarde para que resulte creíble. Tampoco funciona ya su discurso de ¡Cuidado con la derecha! que se dedica a privatizar hospitales, a deteriorar la Educación pública, a fastidiar a los trabajadores....