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Love of Lesbian oro de cosecha propia
Cuándo: el 27 de diciembre, desde las 17:00. Dónde: Palacio de los Deportes. Cuánto: entradas desde 32 euros
En el mundo de la música ya lo habíamos dado todo por perdido. La perversa pinza de «Operación triunfo», el surgimiento de la enésima diva internacional de tres al cuarto y la «lacra-de-la-piratería» sumaban una plaga bíblica ante la que no había esperanza. Pues en los últimos tiempos, tres grupos de orígenes y estilos distintos pero que tienen en común el hecho de autoproducirse, como son Vetusta Morla, Amaral y Love of Lesbian, han levantado discos de oro y llenado aforos dignos de grandes acontecimientos. «Lo veo con extrañeza. Todo eso me parece ajeno; lo de los discos de oro eran cosas que veía en la tele y que no iban conmigo», dice Santi Balmes, vocalista de Love of Lesbian y propietario de su disco dorado por «1999». Su banda y Amaral se citan con miles de seguidores en el palacio de los Deportes de Madrid (27 de diciembre) y el Palau Sant Jordi de Barcelona (29).
Una gira maratoniana
«Pero el marrón es para Amaral», dice entre risas Balmes, uno de los mejores letristas en castellano del momento. «Por el disco de oro estamos contentos, aunque es obvio que por la caída de ventas debido a la ‘‘piratería'' ya no son lo que eran (han pasado de valer 50.000 copias a 30.000), pero para conseguirlo, una banda pequeña como la nuestra tiene que picar mucha piedra», dice Balmes, cuya garganta aguantó en la última gira más de 150 conciertos: «Llegó un momento en que no sabíamos dónde estábamos. Era como si nos hubieran echado de casa y la Península Ibérica fuese entera nuestra vivienda. Un día nos dejamos olvidados a tres músicos en tres gasolineras distintas yendo a otra ciudad».
De Love of Lesbian se pueden decir muchas cosas, pero su autenticidad está fuera de duda. «La clave es la honestidad –dice Balmes–. Ahí es cuando te demuestras original, ésa es la clave y también para encontrar un lenguaje propio. Hacemos música para conocernos mejor, para buscar en los rincones de la personalidad que no afloran. Si no te interrogas por medio de la creación, creo que el ser humano se convierte en un mecanismo». En alguna ocasión, Balmes se ha autodefinido como un chico de extrarradio. «Bueno, soy un mil leches. Me he criado en el barrio burgués por excelencia de barcelona, el Eixample, y he conocido a los arquetipos más catalanes que te imaginas cuando te dicen: un catalán. Pero también la otra realidad, la del café en el bar, y ésa me parece más interesante. Creo que es más productiva la parte del extrarradio porque es gente que no tiene prejuicios a mostrarse tal y como es, expresar sus gustos, e incluso generar un nuevo vocabulario», asegura.
Esa es la virtud de su banda: preocupación por la calidad de las letras que él define como «revolver en un desván y mezclar términos poéticos con palabras incluso soeces». Empezaron cantando en inglés (y llegaron a telonear a The Cure), pero el paso al castellano fue decisivo. En sus conciertos hay también legiones de seguidoras. «Es porque el cantante está buenísimo (risas). Bueno, creo que el sector femenino vive más en un hemisferio de letras, y quizá por eso prestan atención a un grupo que cuida sus letras». En la primavera de 2012 saldrá publicado su nuevo álbum de estudio, puede que firmen con algún sello importante. «Tenemos nuestra propia agencia, aunque estudiamos ofertas. No pienso que se trate de con quién estás sino el contrato que has firmado. Si fuéramos a fichar con una multinacional, que no lo sé, nosotros pondríamos las condiciones, que es muy diferente de entrar y que hagan de ti lo que quieran. No dejaremos que nos lleven a según qué sitios».
También en páginas
Santi Balmes escribe todos los días y las canciones de su grupo dejan miles de páginas en un cajón. De uno de los versos más conocidos, «mataré monstruos por ti» (en la imagen), nace un precioso cuento infantil que acaba de publicar Principal de los Libros con ilustraciones de Lyonna, que habitualmente firma los videoclips del grupo. «Soy el negro de mi inconsciente. Dejo que mi propio monstruo me dicte lo que escribo sin buscar una intención», cuenta. También planea publicar una novela: «Estoy releyendo material, mi mente es un jardín en caos permanente».
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