«No es justo que les dejen hacer lo que les dé la gana»

Madrid- El retorno de los «indignados» no ha dejado indiferente a nadie. Aunque ahora se han instalado en la calle Carretas en lugar de en la Puerta del Sol, los comerciantes y los vecinos tienen miedo de volver a revivir la pesadilla que sufrieron durante los tres meses que duró el asentamiento.
Desde la manifestación del sábado, las tiendas ya han notado cómo la afluencia de clientes está siendo menor que en un día normal. «Cuando la gente ve por la televisión que se va a colapsar el Kilómetro Cero instantáneamente deciden no bajar al centro de la ciudad», explica el dueño de una cafetería. «Cuando se enteren de que el 15-M está en la calle Carretas, muchos optarán por otras zonas para ir de compras» añade la empleada de una zapatería. Y si alguien no se entera de la ocupación del Hotel Madrid por los medios de comunicación, lo hace en cuanto pone un pie en dicha calle. Desde una farmacia cercana afirman que, «al haber tanto jaleo, la gente se da media vuelta y no sube por Carretas. Hemos notado bastante el descenso de clientela».
Por su parte, los vecinos temen que este «movimiento okupa» se alargue tanto en el tiempo como el campamento. «Me parece muy bien que protesten, pero que no molesten a los demás», se quejaba una vecina. Y es que, desde que tomaron el hotel el sábado por la noche, circular por la calle Carretas ha sido bastante complicado. Otro vecino declaró que «no tenía esperanzas» de que se vaya a hacer algo contra el 15-M: «Estuvieron en Sol tres meses y nadie les dijo nada. Los echaron porque venía el Papa, pero ahora que no viene nadie, a saber hasta cuándo se quedan. Lo que no es justo es que los "indignados"puedan hacer lo que les dé la gana, mientras que el resto de ciudadanos tenemos que cumplir la Ley, y si no, pagar una multa», concluyó.