Ley electoral

Los publicitarios

La Razón
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Los publicitarios son esos señores que se dedican a vendernos burras cojas, caballos a los que no se les mira el diente, elixires que aumentan nuestras defensas y derivados lácteos que dejan el vientre de lo más plano. Sí, en eso se emplean a fondo y lo consiguen, vaya si lo consiguen. Ahora, en unos vídeos precampaña para la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, los candidatos socialistas Tomás Gómez y Jaime Lissavetzky aparecen sin el logo de su partido, o sea el PSOE, porque los especialistas han considerado que no vende. Un militante histórico me lo reconocía con toda honestidad, pero todavía hilaba más corto: el partido no vende con Zapatero como mascarón de proa, por mucho que se vaya a Túnez a decir «qué bonita es la democracia en mi país, qué bonito es el amor». Y es que claro, cualquiera puede ir a uno de esos lugares a predicar en un desierto, lleno de revueltas y caídas de dictadores forrados, aunque el que hable sea un don nadie, como lo es él, que venía de pedir limosna de los Árabes ricos, a que nos saquen las castañas del fuego de las cajas de ahorro, mientras aquí dentro el paro aumenta a unos niveles más altos que cuando empezó la crisis, más altos incluso que en 1996. Menos mal que nos han puesto el límite de velocidad a 110 kilómetros por hora, y que dejarán sin iluminar las autovías y carreteras, así, entre que nos dará el sueño por la lentitud y la oscuridad, habrá más accidentes de tráfico y disminuirá el número de parados, pero por defunción. ¡Claro que los publicitarios no quieren recordar que los candidatos socialistas pertenecen al partido que gobierna España! ¡Estarían locos!