Nueva York

Enrique Morente: «Vaya tarea poner música a Picasso»

El cantaor actúa hoy en el coliseo barcelonés con un homenaje al pintor

Enrique Morente: «Vaya tarea poner música Picasso...»
Enrique Morente: «Vaya tarea poner música Picasso...»larazon

Parece como un camino natural el pasar del Lorca de «Omega» al Picasso que ahora canta Enrique Morente. Pero la excusa picassiana que el cantaor ha escogido para su estreno en el Gran Teatro del Liceo es el de la amistad del genio malagueño con su barbero. A ellos les cantará hoy dentro del certamen Catalunya Arte Flamenco.

-¿Qué supone para usted pisar el Liceo?
-Hombre, el Liceo es un templo sagrado del bel canto y de la música. Sabemos que allí han cantado Alfredo Kraus y casi todas las grandes figuras del mundo de la música. Siento una emoción inmediata.

-¿Qué se encontrará el público que acuda a escucharlo?
-Voy a presentar mi disco «Pablo de Málaga», pero enfocado hacia la idea del barbero de Picasso, ese tributo que hay que hacerle a estos dos amigos, a estos ejemplos de lo que es la fidelidad. Desconocía que esto fuera así, algo que sensibiliza la imagen de Picasso. No sabía que tenía esa sincera camaradería con Eugenio Arias, su barbero. Visité el museo de Eugenio en Buitrago, formado por todos los regalos que le hacía el pintor. Picasso, qué grande era, le pagaba con un dibujo o una pintura. Vamos, que es el peluquero más caro de la historia del planeta.

-Se sabe de la gran admiración que Picasso sentía por el mundo del flamenco. Recuerdo, por ejemplo, sus encuentros con el guitarrista Manitas de Plata. Supongo que elegir al artista también obedece a su afinidad por el tema.
-Elegir a Picasso obedece, también, a la admiración que sentí la primera vez que vi los bocetos del «Guernica» en el Casón del Buen Retiro de Madrid. Los había contemplado también antes en Nueva York, pero no me habían traspasado hasta que me topé con ellos en Madrid y observé esa desesperación de una madre con la boca abierta. Me pareció impresionante. Después, cuando se inauguró el Museo Picasso en Málaga, la entonces directora, Carmen Giménez, me encargó un trabajo sobre el artista.

-¿Qué es lo que más le atrae de un autor tan rico y complejo como el malagueño?
-Todas aquellas cosas que acaban en lo imprevisto. Cada época, cada discurso suyo es imprevisible, como cuando después le preguntaron si se quería nacionalizar francés y él respondió que no, porque cuanto más tiempo pasaba se sentía más español.

-¿Cómo se puede trasladar todo ese caudal de impresiones al cante?
-Me lo he preguntado un montón de veces. La verdad es que cuando descubrí que él había escrito muchísimo decidí que en vez de las glosas que le habían dedicado sus amigo franceses y Alberti debía cantar sus propios textos, en los que no hay ni puntos ni comas. Vaya tarea musicar a Picasso... Hubiera sido más sencillo poner música a las páginas amarillas, pero el gracejo de su figura, su manera de improvisar cambiando de un tema a otro, es lo que me gustó de su manera de escribir. Creo que era lo mejor para cantar, aparte de algún tema favorito para él, como los sonetos de Góngora. Por otra parte, el canto que hago a «Guernica» es bastante suicida y poco convencional. Yo le puse «Guernirak» porque lo hice en la época de la guerra de Irak y sirve también para Afganistán.

-Usted ha cantado mucho la obra de Lorca. Me gustaría saber si Picasso también supone el continuar la línea abierta con el poeta granadino.
-Son personajes que tienen una relación muy enraizada por ser coetáneos y por ser dos grandes genios. Además, la visión de Federico en «Poeta en Nueva York» y la de Picasso en «Guernica» pueden resultar similares.

–Actuar en el Liceo, ¿también le hace pensar que el cante puede estar a la misma altura que la ópera?
–No. La ópera tiene una altura máxima y universal en la historia de la música, mientras que el flamenco tiene su propia importancia. Los templos musicales hace tiempo que se han desacralizado.

–Es un gran amante de fusionar géneros. ¿No le tienta hacer algún trabajo dentro del mundo de la ópera?
–Alguna vez se ha hablado y a mí siempre que me tocan las palmas me pongo a bailar. Me gusta la ópera y he admirado a Alfredo Kraus.


Con fusión
Sonic Youth serán los próximos compañeros de viaje de Enrique Morente en un concierto que espera ofrecer en octubre en el Puerto de Santa María. «El cante jondo es el de siempre. Son los artistas los que hacemos el mestizaje», reconoce el granadino. Pero los proyectos se acumulan para Enrique Morente, quien también sueña con realizar un homenaje flamenco a otro pintor, en este caso Francisco de Goya. Morente cree que se pueden encontrar ecos del cante en, por ejemplo, las visiones goyescas de la tauromaquia.
Todo ello tendrá que esperar, porque todavía hay barbero de Picasso para rato.


- DÓNDE: Gran Teatro del Liceo. Barcelona. Barcelona.
- CUÁNDO: 24 de septiembre. 21 horas