Damasco

La matanza más cruel de Asad

Un ataque de las fuerzas sirias mata a más de 200 personas, en su mayoría civiles, en un pueblo de Hama. Se trata de la peor masacre cometida en los 16 meses de conflicto 

La matanza más cruel de Asad
La matanza más cruel de Asadlarazon

Las fuerzas de Bachar al Asad vuelven a teñir de sangre el país. Más de 200 personas murieron en la madrugada del viernes en la localidad de Tremseh, en la provincia de Hama, en la peor masacre cometida por las tropas oficiales desde que empezó este delirante conflicto en Siria hace 16 meses.

«Todas las familias han perdido a algún familiar», indicó a LA RAZÓN Omar Abul Hoda, un activista sirio, antes de detallar que debido al férreo control de la telefonía móvil y a los cortes de internet «hemos tardado varias horas en poder subir los vídeos de la masacre a YouTube». Las imágenes grabadas por los activistas muestran hileras de cadáveres apilados de hombres mujeres y niños, ejecutados con un tiro en la cabeza. Entre las víctimas mortales se encontraba un médico que fue tiroteado para que no pudiera atender a los heridos. Muchos de los cuerpos fueron esparcidos en campos de cultivo, en las orillas de los ríos o a las puertas de las casas, relataron testigos. Otros murieron a causa del fuego de artillería de los tanques y los bombardeos de los helicópteros de combate.

La matanza, como tantas otras, fue obra de la crueldad de las milicias «shabiha». La aldea fue sometida a un intenso bombardeo del régimen, y posteriormente entraron «milicianos alauíes» de las localidades vecinas, una vez que se habían retirado los combatientes rebeldes del Ejército Libre de Siria, y mataron a los civiles «uno a uno», aseguró Abul Hoda.

Las autoridades de Damasco negaron su participación en la masacre y culparon a «grupos terroristas» de las ejecuciones sumarias. Los opositores sirios, cansados de acuerdos de paz estériles, responsabilizaron a la comunidad internacional de la matanza en Hama por no haber detenido la violencia del régimen. Los Hermanos Musulmanes de Siria, que lideran la oposición contra Asad, denunciaron que «los denominados países civilizados insisten en desestimar la sangre siria y dejar que el monstruo –en alusión a Asad– siga matando a los hijos de Siria». El grupo islamista dijo que las potencias occidentales «fingen proteger la paz y la estabilidad, y luego se callan y evitan su responsabilidad».

En especial, los islamistas critican la postura del mediador internacional Kofi Annan por no haber evitado en los últimos meses la represión del régimen. El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal órgano opositor en el exilio, no ve viable ninguna solución diplomática con Asad y aboga por una intervención militar liderada por la OTAN como única salida para poner fin al conflicto.

En el extranjero suscita temor el traslado de parte de las armas químicas del Gobierno fuera de los almacenes, según informó ayer el diario «Wall Street Journal». Estados Unidos, los países europeos y sus aliados en la región han observado con preocupación las reservas de gas sarín, gas mostaza y cianuro de Siria, el mayor arsenal químico del mundo, según varias estimaciones. Funcionarios estadounidenses creen que Asad podría usarlos contra los rebeldes o los civiles, mientras que otros creen que está poniendo a salvo las armas químicas para que no caigan en manos rebeldes. EE UU advirtió ayer de que Siria deberá «rendir cuentas» si no mantiene controladas sus reservas de armas químicas, aunque subrayó que por el momento no tiene indicios para creer que este arsenal suponga un peligro.

La crisis en Siria empieza a fracturar la estabilidad en el Líbano. La oposición libanesa, agrupada en la coalición 14 de Marzo, ha exigido la dimisión del primer ministro pro sirio, Najib Mikati, por su silencio ante los recientes ataques en la frontera sirio-libanesa.