Sin agobios

La Selección afronta los dos últimos partidos de la fase clasificatoria para la Eurocopa del próximo año sin apreturas, sin agobios. No necesita partido de repesca, no está en duda hasta última hora su clasificación como antaño y tiene asegurado el primer puesto aunque frente a Chequia y Escocia no consiga grandes resultados.
Estábamos habituados a llegar a los últimos encuentros presionados por terceros y con la clasificación por conseguir, y ahora se llega a la fase final casi de paseo. España no se clasificaba para Mundiales y Eurocopas cuando eran pocos los participantes y ahora, aunque se volviera a cifras como las de tiempos pasados, también se llegaría al tramo final.
La Selección juega hoy en Praga, donde por vez primera le tocaron la composición del maestro valenciano, Gomis, de Ontinyent, el «Himno de Riego», que los futbolistas escucharon firmes como se hacía entonces y no abrazados como impuso un jugador castellano. De haberlo hecho un catalán o vasco la habríamos tenido parda.
En Praga, y en Alicante contra Escocia, no está en juego ningún resultado que ponga en peligro el caminar de la Selección, salvo el hecho de tener que continuar por la senda que obliga ser campeones de Europa y del mundo. Los encuentros no pueden considerarse de trámite. La imagen está en juego. Ya hubo suficiente malversación cuando la Federación contrató aquellos partidos veraniegos tras el triunfo en Suráfrica.
La Selección, afortunadamente, sigue creando ilusión.
Posdata. La justicia deportiva es a la justicia lo que la música militar a la música.