Barcelona
Paloma O'shea: «La música clásica engancha»
La Directora de la Fundación Albéniz, abre las puertas de su Fundación para mostrar el resumen del intenso trabajo que se lleva desempeñando desde que se dieron los primeros pasos para conformar el proyecto del Encuentro de Música y Academia de Santander
-¿Cuáles fueron los motivos para elegir Santander como sede del Encuentro de Música y Academia?
-El Encuentro significa trabajo, y trabajo intenso. La música no puede parar. A finales de junio, cuando acaba el curso de los centros que promueve la Fundación Albéniz en Madrid, que son la Escuela Superior de Música Reina Sofía y el Instituto Internacional de Música de Cámara de Madrid, los trasladamos a la ciudad de Santander, porque reúne todas las condiciones necesarias: una ciudad acogedora, con buen clima, y un verano cultural intenso en todos los aspectos, sobre todo en el de la música. En estos meses que son tan duros en Castilla, es un privilegio poder continuar trabajando mientras disfrutamos de la Bahía de Santander.
¿Qué objetivo tiene el Encuentro, cuáles son los criterios de selección para elegir a los candidatos?
-Reunir durante un mes a los más destacados intérpretes de cada instrumento con los alumnos de mayor talento de las mejores escuelas de Europa. El resultado es una maravilla en todos los sentidos: los chicos avanzan enormemente en su maduración artística, puesto que comparten escenario con músicos consagrados, y el público de Santander –y de Cantabria entera, porque el Encuentro llega cada año a más de veinte pueblos de la región– asiste a unos conciertos de grandísimo nivel y de una intensidad musical difícil de encontrar en otros festivales. El criterio de selección es muy estricto. Solo participan las escuelas de primer nivel y es el propio director artístico del Encuentro, el maestro Péter Csaba, quien recorre personalmente esas escuelas haciendo audiciones en las que selecciona a los mejores.
-¿Falta cultura musical del género clásico en España, más concretamente en lo que a las nuevas generaciones se refiere?
-Hemos dado un gran salto adelante en los últimos decenios, pero España sigue necesitando avanzar en el terreno de la música y, sobre todo, en el de la cultura musical, que no es lo mismo. Nosotros trabajamos año tras año en abrir la música clásica. Todavía no está lo bastante difundida entre los grandes públicos, pero mi experiencia me dice que quien se asoma a ella y tiene la oportunidad de asistir a un concierto de calidad en un buen auditorio, rara vez queda defraudado. Al contrario, lo habitual es que quede "enganchado"para siempre a esta forma de arte.
-¿Qué necesitan Madrid o Barcelona para convertirse en grandes metrópolis de la música internacional como Viena o Londres?
-Unos cuantos siglos. Y seguir trabajando como lo estamos haciendo ahora. De todas formas le diré que en los últimos 20 años los países que más han adelantado en este terreno han sido Finlandia y España.
-¿Debe tener mayor peso la música en la educación? No se debe olvidar esa frase que dice: la música, al igual que la ciencia, es un lenguaje universal.
-No me cabe ninguna duda de que la música debe aumentar su presencia en la educación general. Eso es una asignatura pendiente en nuestro sistema aunque tengo que confesarle que se ha hecho mucho en los últimos tiempos.
-Con el panorama de recortes públicos que se prevé para los próximos años, ¿Se verá resentida de algún modo la actividad de mecenazgo que amantes de la música como usted llevan a cabo en este tipo de fundaciones? ¿Qué opina del proyecto de ley de mecenazgo que está elaborando el nuevo gobierno?
-El recorte es necesario y más en este momento, pero es cuestionable que tenga que hacerse con carácter general, sin tener en cuenta que el impacto sobre determinadas estructuras culturales y educativas puede poner en peligro el trabajo de muchos años. Yo siempre digo, usando una metáfora jardinera, que hay que podar el frutal pero dejándole las ramas suficientes para que pueda seguir dando fruto. Esa responsabilidad recae sobre los administradores de nuestro país y me temo que lo que se está haciendo, quizás por falta de tiempo, es un recorte burdo e indiscriminado, sin visión estratégica.
En cuanto a la ley de mecenazgo, me gustaría equivocarme, pero he visto ya muchas veces al gobierno entrante empezar a preparar una ley de mecenazgo... y ninguno la ha puesto en marcha. Les ha faltado valentía e inteligencia para darse cuenta del gran efecto dinamizador que una ley así puede representar para España. No olvidemos que la contribución de la cultura en su más amplia acepción al PIB del país es de un cuatro por ciento, que es una cifra importantísima.
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