América

Ángel Sastre

El ocaso del chavismo

El deterioro de la salud del caudillo venezolano cuestiona su reelección y abre el debate sucesorio

Venezuela niega que Chávez esté ingresado de urgencia
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Buenos Aires- Se desata la guerra de la información en Venezuela, donde varios medios vaticinan el ocaso de Chávez. El mandatario desmiente las noticias, aunque admite que «trabaja a media máquina». Lo cierto es que el panorama no pinta bien para el chavismo sin un líder capaz de sustituir al omnipotente Chávez y una oposición más unida que nunca.

Las alarmas se encendían ayer al conocerse que el presidente venezolano fue internado de emergencia por una insuficiencia renal, según publicó «El Nuevo Herald». Ante las imprevisibles consecuencias de los rumores, el propio Chávez realizó –primero– una intervención pública por teléfono para –poco después– mostrarse ante la Prensa con ropa deportiva y un guante de béisbol. «Tuve cáncer en una pelota que fue extraída», indicó Chávez a los periodistas en alusión a la operación a la que fue sometido el pasado 20 de junio en Cuba. Además, aseguró que todo lo que se dice sobre un supuesto cáncer en el colon «es falso». «No tengo dudas de que son mensajes producto de laboratorios de guerra psicológica. Sería el primero en salir a comunicar cualquier dificultad en el proceso; no ha habido nada más allá de lo normal en la fase de tratamiento y recuperación», explicó.

Sin embargo, y pese a este episodio de obligada transparencia, las autoridades guardan un férreo hermetismo en torno a la salud del mandatario, que volvió el jueves por la noche de La Habana tras ser sometido a una nueva sesión de quimioterapia para tratarse el cáncer que padece.

Una fuente del Hospital Militar informó al «Herald» que Chávez mostraba un cuadro general de descomposición producto del intenso ciclo de quimioterapia al que había sido sometido y que presentaba señales de insuficiencia renal que requieren diálisis.

El mandatario no ha divulgado el tipo de cáncer que padece, ni su grado de severidad, pero admitió en julio que el tumor que le extrajeron en La Habana tenía el tamaño de una «pelota de béisbol» y que estuvo en terapia intensiva tras una operación de seis horas.

Oncólogos consultados por LA RAZÓN han señalado que todos los datos que han sido brindados por Chávez hasta ahora apuntan a que sufre de cáncer de colon, pero existen dudas sobre la veracidad de la información suministrada por el Gobierno, en momentos en que el mandatario trata de proyectar la imagen de que se recupera satisfactoriamente.

El ex embajador de EE UU ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roger Noriega, sostiene que la salud del mandatario es peor de lo que deja entrever, y que ha sido sometido sólo a tres sesiones de quimioterapia, en vez de las cuatro que anunció el régimen. Estas mismas fuentes señalan que Chávez no mejora como se esperaba. Noriega cree que «deberíamos comenzar a pensar y prepararnos para un mundo sin Hugo Chávez».

En lo que podrían ser un signo de debilidad, el líder bolivariano adelantó dos meses la fecha de las elecciones, al 7 de octubre de 2012. Por ahora no hay luchas internas por desbancar al debilitado líder. Chávez, consciente de la inutilidad de su equipo, ni siquiera se plantea traspasar el poder a su vicepresidente.