Japón

Sergio Pérez el futuro de Ferrari piensa en el futuro

Ferrari no quiere volver a tirar de talonario para tener al mejor piloto dentro de sus filas. Fernando Alonso les cuesta 25 millones de euros anuales y en la fábrica italiana han seguido el camino emprendido por otras escuderías de la F-1 para buscar jóvenes talentos

La Razón
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McLaren dio con Lewis Hamilton (hasta hace unos años cobraba muy poco) y Red Bull con Sebastian Vettel. Pagarles la formación es más barato y además controlan todos los aspectos referentes a representación y demás. En los últimos días se ha hablado mucho del mexicano Sergio Pérez, un piloto rapidísimo que sustituirá a Pedro de la Rosa en Sauber en 2011. No sólo es una gran figura sino que cuenta con el apoyo de la familia mexicana Slim, una de las mayores fortunas del mundo que controla, entre otras muchas, empresas de telecomunicaciones como Telmex. Este joven corrió el pasado año en el equipo de GP2 de Alejandro Agag y se convirtió en subcampeón después de mantener una dura batalla con el experimentado Pastor Maldonado. Sin embargo, muchos no han caído en la cuenta de que pertenece al programa de formación de pilotos de Ferrari y que apunta directamente, en el plazo de dos o tres años, a un asiento en la «Scuderia». Pérez tiene 20 años y su trayectoria ha sido fulgurante. Hoy no está en Suzuka, escenario del Gran Premio de Japón, porque debía atender un compromiso personal con su mecenas, que contrae matrimonio en México. Las virtudes de este piloto son comparadas con las de Hamilton y Vettel, los dos últimos talentos que han irrumpido de forma espectacular en la Fórmula-1 después de superar un duro proceso de selección tutelado por McLaren y Red Bull. Pérez tenía ofertas de Renault, Toro Rosso e incluso de Force India, pero finalmente (sorprendentemente) ha sido Sauber la que ha conseguido tener al piloto en sus filas en 2011. La razón es bien sencilla. Peter Sauber quería mantener los motores Ferrari para la próxima campaña y en la escudería italiana prácticamente le han impuesto a su piloto. Es la misma maniobra que realizaron con Massa, que también condujo para la estructura suiza, aunque en este caso el brasileño tenía otras connotaciones. Su representante ya era Nicolas Todt, hijo del que por entonces era jefe de la escudería y actualmente presidente de la FIA. Al igual que ocurre en otras disciplinas deportivas, Pérez tomará experiencia en otro equipo y cuando esté preparado nadie duda que dará el salto a Ferrari. Ése es el objetivo. Pasó con Alonso, que primero estuvo en Minardi, y ahora el español ya sabe quién puede sustituirle en un futuro a medio plazo. El francés Jules Bianchi es la otra gran esperanza de Ferrari.