Bruselas

Berslusconi promete evacuar a los irregulares de Lampedusa

Dimite el subsecretario de Interior del Gobierno italiano

Berlusconi visita este miércoles Lampedusa
Berlusconi visita este miércoles Lampedusalarazon

Tras semanas de declaraciones infructuosas, las autoridades italianas por fin parecen preocuparse de Lampedusa, la pequeña isla situada en el corazón del Mediterráneo a la que han llegado más de 6.000 inmigrantes tunecinos en los últimos días. El primer ministro, Silvio Berlusconi, viajó ayer a este pequeño territorio de 12 kilómetros cuadrados para explicar las soluciones del Gobierno: tiene previsto utilizar siete naves para trasladar a los indocumentados a Sicilia y a otras regiones del sur de Italia. Además, el Ejecutivo está negociando con Túnez para que impida que zarpen más embarcaciones y acepte las repatriaciones masivas, de forma que disminuya la presión sobre la isla y convenza a los tunecinos que pretenden viajar hacia Italia de que será en balde.

Berlusconi desplegó en Lampedusa su particular estilo de entender la política. Aseguró «II Cavaliere» que entre «48 y 60 horas» no quedaría en la isla ni un indocumentado y, como prueba de su palabra, dijo que se acababa de convertir en un habitante más de Lampedusa al comprar una lujosa villa en la isla por poco menos de dos millones de euros. No escatimó elogios el «premier» hacia sus nuevos vecinos por su paciente acogida de los inmigrantes. «Estamos valorando pedir el premio Nobel de la Paz para Lampedusa», afirmó. Aventuró además un futuro prometedor para la isla al lanzar la idea de crear una zona franca, un casino y un campo de golf, y garantizó un renacer del turismo con programas televisivos.

El Gobierno también espera una mayor implicación de Bruselas. «Europa está absolutamente inerte en este período», criticó el ministro de Exteriores, Franco Frattini, quien afirmó que no se está cumpliendo el protocolo que contemplan «las leyes europeas cuando se produce un flujo migratorio». Sus palabras fueron contestadas por un portavoz de la UE, que recordó que se han puesto a disposición de Italia 18 millones de euros para la repatriación de inmigrantes.

Con todo, la ola de «sin papeles» se cobró ayer su primera víctima política. El subsecretario del Ministerio del Interior, Alberto Mantovano, dimitió después de saber que el número de inmigrantes que llegarán desde la isla de Lampedusa a la provincia de Taranto sobrepasa el límite anunciado por su Departamento, según la Rai.