Mercadona

Empresa humana

La Razón
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Ni el buen sueldo, ni siquiera el ascenso, son lo determinante a la hora de valorar un puesto de trabajo. De sentirse contento en una empresa. Hasta en tiempos de crisis, lo que más valora el español a la hora de trabajar es la cercanía, el trato humano. No son cosas mías. Lo dicen los estudios más recientes. Las últimas encuestas. Las prioridades y los valores de los españoles ya no son los mismos que hace unos años. Esto ha cambiado y se nota, sobre todo, en los más jóvenes que apuestan, cada vez más -y hacen muy bien-, por disponer de holgura para las relaciones con los demás; para su crecimiento personal. Quieren más tiempo para ellos. Algunas empresas, en España, otras no, se han dado cuenta y han reaccionado con buen sentido por lo este humanismo empresarial. Algo que tiene mucho que ver con construir entornos laborales que fomenten y respeten el bienestar físico y mental de sus trabajadores. La mejor apuesta, desde luego. Sólo con empleados satisfechos, con trabajadores contentos, una compañía -la que sea- será rentable. Lo que más importa es atraer a los mejores, retenerlos y comprometerlos con el proyecto. Algo, lo repito, que ya no depende sólo de un buen sueldo, sino de la capacidad de quienes dirigen para crear el mejor entorno. De su disposición para colocar a las personas en el centro de la estrategia, por más competitiva que esta sea.