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El Gobierno preocupado pide al presidente del PSE que sea prudente

A las 10:30 horas de hoy Jesús Eguiguren afrontará uno de sus retos más crucial de los últimos años para su futuro político, con efectos colaterales sobre el devenir de su partido y del Gobierno. A esa hora comparecerá ante la Audiencia Nacional como testigo de la defensa en el juicio que se instruye contra Arnaldo Otegi por enaltecimiento del terrorismo

La Razón
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Eguiguren deberá medir al milímetro sus palabras para conseguir un triple objetivo. Por un lado, defender a Otegi, «un hombre de paz» como él mismo lo considera, sin pasarse de frenada. Si lo hace, dejará al descubierto a los socialistas, conocedores previos del contenido de la declaración de Anoeta del 14 de noviembre de 2004, en la que Batasuna apostó por una negociación entre el Gobierno y ETA, según reconocen fuentes del PSE-E. De hecho, el propio Eguiguren mantuvo contactos previos a la celebración del acto con Josu Ternera, supuesto autor del manifiesto de Anoeta.

Por otro, deberá resolver esta encrucijada sin faltar a la verdad. El Código Penal sanciona con penas de seis meses a dos años a los testigos que incurren en falsos testimonios. Por si fuera poco, de su declaración, clave para exculpar a Otegi, el tribunal puede optar por deducir testimonio y abrir una nueva investigación, al calor de la misma. En este escenario nada halagüeño para los socialistas, el Gobierno, a través de miembros del Gabinete de Zapatero y del PSE, ha demandado a Eguiguren «prudencia» en la narración hoy.

Aunque en público reste importancia, al Ejecutivo le preocupa la misma, admite a LA RAZÓN un destacado miembro del Gobierno. La inquietud gubernamental nace de la incógnita que pesa sobre el camino que seguirá Batasuna si se cree traicionada por Eguiguren, uno de sus principales interlocutores, y de cómo influirá en el proceso del final de ETA. Pero al Ejecutivo le preocupa también que un relato pormenorizado de Eguiguren sobre cómo se llegó hasta Anoeta ponga el foco sobre el Gobierno en un momento complicado, que las declaraciones de González «ha enturbiado aún más». Amén de que haga tambalear el pacto antiterrorista. En este contexto, algunos dirigentes socialistas han comenzado a soltar lastre respecto a Eguiguren, que vive una etapa de ostracismo en el PSOE.

Como botón de muestra, las declaraciones de ayer de Rodolfo Ares, uno de los dirigentes socialistas que participó en las reuniones con Batasuna, según confirman a este diario fuentes del socialismo vasco. En calidad de miembro de la ejecutiva federal del PSOE y de la del PSE-EE, aseguró ayer que ambas fuerzas sabían del acto de Anoeta lo que «conocían todos los ciudadanos» por la Prensa. Este desmentido supone un aviso a navegantes. Y hoy se verá si Eguiguren se da por enterado.


Las víctimas volverán a la calle
- Las víctimas podrían volver a manifestarse si el Gobierno duda a la hora de actuar contra cualquier candidatura afín de Batasuna. Por un lado, la plataforma Voces contra el Terror preparan una, mientras que la AVT y Dignidad y Justicia podrían convocar otra de manera conjunta.
- Teresa Jiménez-Becerril, hermana del concejal asesinado por ETA en Sevilla en 1998, participó ayer en Pamplona en una charla-coloquio organizada por el eurodiputado navarro Pablo Zalba sobre la «Defensa de las víctimas en Europa». En ella, Jiménez-Becerril manifestó su negativa a avalar «las políticas que buscan un final dialogado del terrorismo» así como «cualquier tipo de negociación que les permita concurrir en las elecciones». El acto, al que también asistió la abuela de Diego Salvá, última víctima de ETA, fue presentado por el presidente del PPN, Santiago Cervera. Informa C. S. Macías.