Hollande y Netanyahu contra el antisemitismo

PARÍS- Llegó a Francia para encontrarse con un desconocido, y tras dos días de visita al país galo, Benjamin Netanyahu se marcha dejando en François Hollande «un amigo». El término lo utilizó el primer ministro israelí durante la ceremonia de homenaje a las víctimas de la escuela judía Ohr Torah de Toulouse: tres niños y un profesor, abatidos a sangre fría en marzo por Mohamed Merah, un yihadista autoproclamado que sólo unos días antes se cobraba a disparos la vida de tres militares franceses, dos de confesión musulmana. Al final, la presencia del presidente francés confirió al homenaje, concebido inicialmente por el Gobierno israelí como un acto íntimo, un tono institucional que la comunidad judía de Francia agradeció y calificó de «gesto fuerte e importante». Con la popularidad en caída libre por su cuestionada política económica, Hollande buscó ganar algún punto reforzando su estatura internacional al lado del «premier» israelí. Y quiso «evocar la memoria de las víctimas» y «compartir la pena de las familias», subrayando que dos países y dos pueblos se «reúnen en torno a sus recuerdos».
El mandatario se comprometió a combatir el antisemitismo en todas sus formas, recrudecido en Francia, «con determinación» y «sin relajo». «Los judíos de Francia han de saber que la República está haciendo todo para protegerlos. La garantía de su seguridad es una causa nacional», clamó Hollande arrancando los aplausos del auditorio. En plena campaña electoral, la intervención de Netayanhu, que ha venido a Francia en busca de un aliado en la cuestión iraní, adoptó aires de mitin. La condena de los asesinatos de Merah, que comparó a los crímenes nazis, dio paso a una carga contra los ataques antisemitas, «nada justifica el racismo, ni el antisemitismo, ni el terrorismo», dijo el líder israelí para concluir con una advertencia a quienes «quieren eliminarnos del mapa». «Hoy el pueblo judío tiene su propio Estado, Ejército y medios para defenderse», aseguró antes de proclamar que «el pueblo de Israel vivirá».

Muchas incógnitas sobre el ataque
Siete meses después del suceso, siguen siendo muchas las zonas oscuras en torno a la labor de los servicios de Inteligencia galos, pues Merah, que mató a siete personas, estaba fichado por su perfil de integrista islámico y sus relaciones con grupos salafistas. Hollande reconoció que la tragedia ha puesto en evidencia «errores» en dicho departamento y se comprometió a elucidar el caso. Los servicios regionales de Inteligencia, según medios galos, habían advertido en junio de 2011 a sus superiores del perfil «potencialmente peligroso» de Merah tras volver de Afganistán. Pero no sólo no se abrió una comisión de investigación, sino que se relajó su vigilancia por falta de pruebas, llegando incluso a pedir a los agentes de Toulouse que evaluaran la posibilidad hacerle informador de la Policía.