Saqueadas varias residencias de Gadafi en Trípoli

Se trata del recinto privado que tenía Gadafi en el barrio de Gargur, una residencia de lujo que hasta hace unos días mantenía unas extremas medidas de seguridad, aunque ahora sus gruesas puertas de metal están abiertas de par en par.

El complejo ya fue bombardeado en abril por los aviones de la OTAN en lo que el régimen consideró un intento de asesinar al dirigente libio, pero ahora ha quedado arrasado por los saqueadores que han aprovechado también para romper los numerosos retratos de Gadafi, algunos de ellos privados, que había en la residencia.

En la puerta permanece un vehículo blindado acribillado a balazos
y dentro los muebles rotos decoraban las otrora ostentosas habitaciones y pasillos. En la gran piscina interior flotan ahora sillas y ropas y en las escaleras principales hay una botella vacía de un whisky escocés de lujo.

"La gente vino e hizo esto", ha relatado un vecino de Gargur, Musa Zintani, de 37 años, quien ha explicado que la residencia de Gadafi fue asaltada después de que los sublevados entraran en Trípoli, el fin de semana pasado. "Hubo una gran explosión. La metralla voló por todas partes", ha añadido.

Después del bombardeo de abril el régimen llevó a los corresponsales extranjeros hasta el lugar. Entonces aseguraron que Gadafi estaba en el edificio, pero que salió ileso, al contrario que su hijo menor y tres de sus nietos.

A principios de esta misma semana los rebeldes entraron en el complejo gubernamental fortificado de Bab al Aziziya, rompieron las imágenes de Gadafi, patearon las estatuas más simbólicas del régimen y quemaron las tiendas tradicionales del líder libio. Y otra residencia de Gargur que se cree que pertenecía a Abdulá Senusi, cuñado de Gadafi y estrecho colaborador del autócrata, también ha sido saqueada.