El resto de comunidades «blindará» la Fiesta Nacional

El veto a los toros en Cataluña –en una decisión que no es pionera, pues Canarias ya hizo lo mismo en su día–, ha despertado un efecto de blindaje en el resto de las comunidades ante el temor a que el epicentro catalán genere una onda expansiva en el resto de la península. Así, la iniciativa de Madrid de declarar los toros Bien de Interés Cultural, propuesta adoptada también en Murcia y la Comunidad Valenciana, tratará de frenar en seco la ILP presentada por una protectora de animales en la Asamblea. Muy cerca de la capital, el socialista José María Barreda no contempla en Castilla-La Mancha una medida similar a la «aberración» de ayer. La Junta de Andalucía respondió a la decisión del Parlament anunciando la creación de un sello e identificación de lugares «emblemáticos» de la tauromaquia como «manifestación cultural, histórica y patrimonial». Sus vecinos de Extremadura, en palabras de su presidente, Fernández Vara, también apuestan por mantener los toros, «tradición y cultura» de España. Mientras, el nacionalismo gallego (BNG), mostró su indiferencia ante la existencia o no de corridas de toros en su región. Al otro lado del Estrecho, Melilla mostró su orgullo por «ser y seguir siendo el único coso en activo de toda África».