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Daniel Luque: «Si torear fuera de San Isidro ayuda a la Fiesta adelante»

Ya con Simón Casas, el sevillano está «dolido» con las palabras de Marca

Daniel Luque: «Si torear fuera de San Isidro ayuda a la Fiesta, adelante»
Daniel Luque: «Si torear fuera de San Isidro ayuda a la Fiesta, adelante»larazon

Tras una campaña, jalonada entre triunfos rotundos y traspiés no menos sonoros como el de su encerrona en Madrid por Resurrección, Daniel Luque vuelve a apostar fuerte para 2011. El cambio de cromos invernal le ha regalado un nuevo apoderado. Adiós José Luis Marca, hola Simón Casas. Un relevo no exento de polémica, pero que espera le sirva como trampolín para ocupar un lugar destacado entre las figuras del toreo.

–¿Satisfecho con el acuerdo con Simón Casas?
–Sí, estoy muy contento. Año nuevo, vida nueva y apoderado... también nuevo. Se presenta una campaña cargada de cosas muy positivas, que genera siempre mucha ilusión, así que estoy ya con ganas y deseando que empiece la temporada.

–¿Qué cree que le puede aportar el empresario galo?
–Mucho, le he dejado mi carrera en sus manos, es la mejor prueba de mi confianza. Hoy no puedo decir qué es lo que va a suponer en mi futuro, pero sí estoy convencido de que todo lo que esté en su mano, me lo dará. Todos le conocemos ya, es un apasionado de la Fiesta. Un enfermo del toro, en el buen sentido de la palabra. Intentará no equivocarse y escoger lo que más me beneficie. En los sitios clave, yo intentaré puntuar y dar la cara para que tanto a él como a mí nos cueste menos trabajo lograr los objetivos.

–Con su anterior mentor, José Luis Marca, se terminó deteriorando la relación...
–Sí, pero como pertenece ya a una etapa pasada de mi trayectoria, no le voy a prestar mucha atención, prefiero pasar página. La gente conoce cómo es él y también cómo soy yo, así que ahora cada cuál que juzgue a ambos como crea conveniente.

–Usted tuvo palabras de agradecimiento hacia él, pero del otro lado no recibió las mismas flores, al contrario. ¿Está dolido con Marca?
–Cuando uno habla bien de una persona, agradece su labor y encuentra esas palabras... Es para estarlo. ¿Usted no lo estaría? Planteando esa segunda pregunta, la respuesta es evidente.

–¿Cómo será el planteamiento en 2011?
–No queremos que haya prisas. Buscaremos carteles buenos en sitios importantes. De momento, iré a las dos primeras ferias importantes, Castellón y Fallas. Queremos que esas dos primeras piedras sean sobre las que empezar a trabajar. Además, tanto Las Ventas como mi plaza, Sevilla, son cruciales para mí. El año pasado me terminé quitando el mal sabor de boca de la corrida de los seis toros en Madrid y de la Feria de Abril en La Maestranza. Ojalá todo lo externo a mí salga como debería, porque sí es así, no fallaré.
 

 

-Los dientes de sierra se repitieron demasiado en 2010, ¿está la regularidad entre sus propósitos de Año Nuevo?

-Claro, pero no me preocupa demasiado, los toreros somos así. Nos movemos por rachas. Las situaciones, los problemas y la vida personal de cada uno son complicadas de aislar de tu vida como matador de toros. Nos ponemos enseguida en camino sin tiempo para meditar y digerir lo que nos sucede. Sólo los que están dentro, entienden a qué me refiero. Pero, prefiero quedarme con lo bueno del año.


–Ilusiones refrendadas por cómo salió adelante tras el patinazo del Domingo de Resurrección.
–Pasé de malo a bueno en nada. Era otro en la plaza tanto profesionalmente como personalmente, que es lo que más me machacó. Ya pasó y ahora estoy en un momento dulce, con ganas locas de pisar el albero, hacer cosas nuevas y, sobre todo, disfrutar toreando que es lo que más me gusta.

–Acabo de percibir en su voz la misma tristeza que me transmitió al verle torear en su encerrona en Madrid. ¿Ha tenido problemas personales fuera de los ruedos?
–Sí, fueron cuestiones mías particulares. Afortunadamente ya son pasado y prefiero no contarlas, que ya bastante pasé en su día. Lo positivo es lo que importa. Soy joven, mis 22 años dan la vitalidad, las ganas de trabajar, entrenar y sacrificarme por mi carrera. Moralmente, la tarde de Garcigrande y el tercio de quites con Morante en Madrid, me ayudaron mucho a remontar el ánimo.

 

-¿Qué recuerdos le trae ese pique con un figurón como Morante?

-Fue un tercio de quites inolvidable, que va a quedar ahí para la Historia. Por eso, tengo que valorar lo que tengo, un momento así no lo viven todos los matadores en su trayectoria. Era el toro idóneo para pegarle quince lances y como aficionado me encantó poder disfrutarlo. Ver cómo le voló el capote y luego tener la opción de hacerlo yo mismo. Que la gente respondiera con los dos y la plaza se pusiera bocabajo todavía me pone el vello de punta.

-Sin duda fue uno de los momentos del año en Madrid.

-No creo que fuera ni lo mejor ni lo peor de Las Ventas el año pasado, pero como también pasó con Juan Mora en Otoño es con lo que el público se queda. Es lo que le emociona. Cuando esa afición se entrega, no hay quien la pare. Espero que este año vibre igual conmigo y lleve las orejas de un toro en las manos.

-¿Qué le dijo entonces el de La Puebla?

-Simplemente se acercó a mí, me dio las gracias y me comentó que había tenido un gesto muy bonito con él, porque a Morante no le estaba acompañando la suerte ni los toros ese San Isidro.

-No es la primera vez que replica y no se deja ganar la partida. ¿Entiende que esa sana competencia ayuda a mejorar la Fiesta?

-Sí. Lo más bonito es contemplar como dos espadas se pican y el Arte fluye. Además, creo que el aficionado está falto de ello. Cada vez se ve menos. Esta temporada hay matadores muy importantes y otros frescos que llegan con fuerza, esperemos que el tendido los saboree al máximo y yo pueda seguir metido en ese grupo.

-Un grupo de figuras ha sellado el traspaso al Ministerio de Cultura, ¿lo aprueba?

-Claro, aunque quizás yo soy un poco inculto en este tipo asuntos. Soy joven y no entiendo mucho ni estoy tan preparado como ellos. Si ellos han logrado un consenso para cambiar de Ministerio porque les parece que la Fiesta va estar allí más respaldada, me parece mejor que mejor. Debemos apoyarlos y tienen que tener la certeza de que donde vayan iremos todos. En nuestra unidad está la fuerza.

–Hace unos días se reunieron con Esperanza Aguirre y mostraron su predisposición a torear más tardes al año en Madrid, incluso fuera de San Isidro, ¿también daría ese paso?
–Sí, ¿por qué no? Las Ventas es uno de esos cosos en los que da gusto torear. Todos los toreros pasamos miedo, pero allí ya creo que ni lo paso, voy tan concentrado en lo que se viene encima... Es muy complicado triunfar, pero supone tanto que ninguno le podemos volver la espalda. Si torear fuera de San Isidro sirve para defender la Fiesta, adelante.