Londres

Más horas de Historia británica a cambio del referéndum

Los alumnos aprenderán 200 nombres clave del Reino Unido

Cameron en una visita a un colegio de Wembley, al norte de Londres
Cameron en una visita a un colegio de Wembley, al norte de Londreslarazon

LONDRES- Los escolares británicos tendrán que memorizar a partir del próximo curso 200 nombres de personalidades clave de la historia británica, desde los reyes anglosajones hasta Winston Churchill. Eso es lo que establece el plan diseñado por el secretario de Educación Michael Gove dado a conocer ayer por el periódico «The Sunday Times» un día antes de la reunión hoy entre el primer ministro británico, David Cameron, y el ministro principal de Escocia, Alex Salmond, para firmar el acuerdo que permita la convocatoria de un referéndum sobre la independencia escocesa.

Esta medida hace hincapié en el aprendizaje de la historia británica por encima de los contenidos políticamente correctos impuestos por el anterior Gobierno laborista, y sería una contrapartida exigida por el Gobierno de Cameron a cambio de aceptar tanto la celebración del referéndum por la independencia en 2014 como que los jóvenes de 16 puedan votar en la consulta. Según el plan de Gove, los estudiantes tendrán que memorizar 200 acontecimientos o personalidades relevantes especificados en el currículum, que van desde la caída del imperio romano hasta los reyes Alfredo «el Grande» y Athelstan «el Glorioso», pasando por las actas de la unión que dieron lugar a la creación del Reino Unido en el siglo XVIII y el ocaso del imperio Británico en el siglo XX. El encuentro de hoy en Edimburgo pondrá fin a intensas negociaciones entre las dos partes sobre el calendario y la forma que tendrá la consulta, cuyos detalles completos serán divulgados hoy.

Salmond ha sido siempre partidario de celebrar un plebiscito sobre la independencia en el otoño de 2014, cuando se cumplirán 700 años de una importante victoria bélica escocesa frente a Inglaterra, aunque Cameron era partidario de convocarlo en 2013. Para superar las diferencias entre ambas partes, el SNP habría aceptado renunciar a la opción de una segunda pregunta en el referendo, con la que se pretendía plantear la posibilidad de que Escocia permaneciera en el Reino Unido pero con mayores competencias desde Edimburgo.