Navarra
Los «gudaris» del PP en Navarra
Pertenecen a otro modelo de «indignados». Han elegido jugársela en tierras navarras, al norte de la comunidad foral, desde sencillas concejalías. Quieren trabajar por la libertad y el bienestar de sus pueblos. A diferencia de los cuatro concejales del PP navarro que renunciaron a tomar posesión de su escaño por presiones, Cesc Paris y Sergio Achutegui han acampado frente al miedo. Son la resistencia, y se quedan.
Cesc Paris tiene 22 años y es de Reus. Llegó a Pamplona a estudiar Farmacia y Nutrición. Entonces nacía un PPN tras la ruptura con UPN. Le gustaba escribir cartas en un periódico navarro y la respuesta a sus misivas afianzó sus inquietudes políticas. De ahí a comprometerse había un paso. Cuando el PPN comenzó a elaborar las listas contaron con él. «Me dijeron que si quería formar parte de una candidatura donde podría ir solo» y en menos de 24 horas contestó que sí. Entonces, hizo acto de presencia el miedo, que acude allí donde enseñorea la izquierda abertzale. «Pensar que me enfrentaría a los de Bildu me dio miedo. Cuando salí elegido en casa me sugirieron que renunciara, pero ahí no me lo pensé. Quiero representar a los votantes que me han elegido», asegura. Bildu gobierna en Alsasua con cuatro concejales. Nabai (4) se abstuvo en la toma de posesión. PSOE tiene 2, UPN, IU y PP, uno.
Durante la campaña, Cesc ya sintió la soledad de un pueblo donde domina la izquierda abertzale. «Íbamos al pueblo, repartíamos folletos, hablábamos con la gente, pero empezaron los rumores de si era o no de allí», recuerda. «A pesar de todo me han votado 273 personas, más que a UPN», destaca orgulloso. El día que tomó posesión de su escaño le sorprendió cómo los simpatizantes de Bildu –con pegatinas a favor de los presos– se burlaron de la Constitución y el Rey.
Cesc Paris es el único concejal del PP que tendrá que lidiar con Bildu en Alsasua y hay algunas cosas que han cambiado en sus rutinas de estudiante. «Hay bares a los que no puedo entrar; el resto de concejales de Bildu no me dirigen la palabra y no puedo ir en bici a clase, porque tengo que ir al paso de mi escolta». Y lo tiene claro: «ETA no ha desaparecido y ahora, además, tiene más medios económicos que antes».
Dice que no se va a callar, que dará la batalla por la defensa de la Constitución y los Fueros como garantía de libertad, por mejorar la situación de los polígonos que forman el entramado económico de Alsasua y para que estos cuatro años sean los últimos de ETA. «Si no creyera que puedo aportar algo, no me hubiera presentado», dice. Sus amigos le han dicho que está loco. Habla catalán en casa, simpatiza con el Barça y le encantan los toros y los Sanfermines.
Sergio Achutegui, estudia de Derecho y Económicas (22 años) y es de Calahorra. Ha tenido más suerte, no tendrá a Bildu frente a él, pero sus simpatizantes sí han tomado algunas calles de Santesteban. EA no aceptó ir en la coalición, lo que la izquierda abertzale no perdona. EA logró 8 escaños frente a uno del PP. En el Ayuntamiento combinan las banderas de España, Navarra y la Ikurriña.
Hace una semana el pueblo, en fiestas, fue tomado por simpatizantes de Bildu que acudieron a la plaza consistorial. Cuando el edil del PP se asomó al balcón le gritaron: «Muerte al del PP, estás en la diana». Pero Achutegui no siente miedo. «Están envalentonados», destaca mientras recuerda cómo el día de las elecciones tuvo que refugiarse en la Iglesia porque le quisieron acorralar. Aún no contaba con la protección de ahora: un escolta.
«Principios»
Sergio se presentó por «principios». Intentará que su voz sea tomada en cuenta. «El pueblo necesita un centro de salud, de deporte, que los proyectos salgan adelante…». Cree que el Gobierno de Zapatero está siendo laxo con Bildu: «Los cauces políticos los tienen ahí, podrían hacer algo más». No ha pensado en renunciar y dice que lo de llevar escolta «te cambia la vida». ¿Merece la pena? «Sí. Se quejaban cuando decían que había jóvenes poco participativos y se alegraron de los movimientos del 15-M. Es bueno que los jóvenes traslademos a los partidos nuestras inquietudes».
Cuenta que tiene una «buena relación» con el alcalde y ha pedido que le incorporen al patronato de música porque entre sus aficiones están el piano y el clarinete.
Cesc y Sergio están convencidos de que «es mejor que existan profesionales en la política que hacer de la política una profesión», por eso no van a dejar sus carreras ni Navarra. «Nos sentimos de esta tierra y tenemos mucho por hacer».
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