José María Íñigo: «El Príncipe es todavía el gran desconocido»

–En su libro trata de reflexionar sobre la figura del Príncipe, su presente y su futuro... ¿Cómo se ve ese futuro?
–La mayoría de los personajes entrevistados piensa que heredará el trono, pero que aún no ha llegado el momento.

–¿Cree que los «juancarlistas» se convertirán en «felipistas»?
–Cuando conozcan de verdad al Príncipe lo serán. Ahora es el gran desconocido.

–¿Quién de los entrevistados le ha sorprendido por sus respuestas?
–Fernando Arrabal, por su sentido del humor.

–¿Quién ha mostrado animadversión hacia el Príncipe?
–Hacia él, personalmente, nadie. Hacia lo que representa, Jorge Verstrynge e Iñaki Anasagasti, por ejemplo.

–¿Quién no ha querido participar en el libro?
–Algunos. Entre ellos, Felipe González.

–Seguro que el Príncipe lo lee, ¿verdad?
–Creo que sí, y también que prestará más atención a las críticas que a los halagos. Reflexionará sobre las respuestas negativas, seguro.

–No es fácil decir la verdad sobre lo que se piensa de la Monarquía. ¿Por un temor ancestral, reverencial?
–El temor es hacia el poder y los poderosos. Pero yo creo que se teme más a la Banca que a la Monarquía.

–¿Qué virtud destacan del Príncipe los entrevistados?
–Su preparación y dedicación.

–¿Por qué no le aprecian los que dicen no apreciarle?
–Porque no aprecian a la Monarquía como sistema o modelo de Estado.

–¿Doña Letizia sale bien parada?
–Sí. Sólo la tratan mal los antimonárquicos.

–Llama la atención que algunos personajes republicanos apuesten por la continuidad de la Monarquía...
–Creo que tienen más fe en las personas que en el sistema en sí.

–De los consejos que le dan al Príncipe, ¿cuál le parece el mejor?
–El del fallecido Labordeta: «Que coja una mochila y conecte con los ciudadanos en los pueblos y barrios».

–Me imagino que le gustaría hacer una pregunta a don Felipe. ¿Cuál?
–¿No le parece penosa la larga espera de Carlos en Inglaterra?

–Si su libro es un best-seller, ¿por qué cree que lo será?
–Por la importancia del Príncipe y la curiosidad que despierta su futuro.

–No sé si será apropiado pedírselo a los Reyes...