Historia

Palma de Mallorca

Cuadernos de bitácora de lujo

La Razón
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Gobernar un país desde la cubierta de un velero mientras tratas de evitar que tu esposa descubra que le eres infiel. Navegar por el Mediterráneo sin desatender tus obligaciones, aquellas contraídas con tu reino o esas que acabas de adquirir como recién casado. John F. Kennedy y Rainiero de Mónaco disfrutaron de placeres prohibidos que compaginaron, con mayor o menor éxito, con sus deberes. Los escenarios sobre los que se fraguaron las conquistas más sonadas surcan aún aguas templadas, pues el circuito de regatas Panerai Classic Yachts Challenge, que se celebra cada año de abril a septiembre, muestra en cada una de sus paradas al menos media docena de las embarcaciones más clásicas, caras y elegantes de todos los tiempos, ejemplos de un estilo de vida que sobrevive.


Cada barco esconde una historia, como la del «Manitou», considerada la Casa Blanca flotante de JFK. Cuando éste fue elegido presidente en 1960, esta joya de la náutica se convirtió en el yate presidencial, acondicionado incluso para que el popular político pudiera dirigir el país desde él. Pero entre despacho y despacho, y llamadas desde el teléfono rojo, a Kennedy le daba tiempo para beber champán con Marilyn, que recuperaba fuerzas en la modesta bañera del camarote, una de las pocas que existía en aquel entonces en una nave de esta categoría. En los pantalanes de los puertos en la que racala la cita náutica, el «Moonbeam IV», en el que el Príncipe Rainiero y Grace Kelly pasaron su luna de miel en 1956, le arrebata protagonismo al «Manitou».


Sting al timón
El «Rayo de luna», sin embargo, ha seguido cobijando a gente del mundo del espectáculo –el cantante Sting cogió el timón en una ocasión– después de haber sido testigo del amor devoto del príncipe monegasco por la actriz estadounidense. El velero, que salió en 1914 de los astilleros escoceses William Fife, requiere hoy en día una tripulación de treinta personas que, cuando compiten, lucen una de las equipaciones más comentadas del circuito. Una camisa y pantalón amplios de canvas blanco y una gorra de plato azul marino, un guiño al atuendo de los antiguos pescadores de la costa este francesa.


Se suma a los decorados reales el «Creole», una de las goletas más lujosas del mundo construida por Camper &Nicholsons en 1927. Esta embarcación, que se utilizó como buscador de minas durante la II Guerra Mundial, fue adquirida en 1951 por el armador griego Stavros Niarchos, quien mantenía una rivalidad con Onassis por ver quién poseía el barco más hermoso. En ella han navegado invitados tan ilustres como Don Juan Carlos y Doña Sofía durante su luna de miel. Actualmente, pertenece a las hijas de Maurizio Gucci, el magnate italiano propietario de la firma de moda.


También «Eilean», en poder de la marca italiana de alta relojería Panerai, tiene historia. Es un queche bermudiano construido por Fife en 1936 y fue rescatado del abandono en la isla de Antigua. Gracias a la restauración, en los 80 pudo servir a la banda Duran Duran para el videoclip de «Río». El clasicismo de estos balandros, su diseño y ese aire de obra de manufactura hicieron que el mundo de las artes respondiera también al canto de sirena y fijara su atención en la vela clásica. Ahora se mecen sobre las aguas de los muelles más lujosos, esos lugares que se ven en las postales y con los que la mayoría sólo llega a soñar. Objetivos de miradas curiosas y envidiosas, esperando soltar amarras y seguir creando historia e historias.
 

La galería flotante de Salvador Dalí
El «Ílex», creado por Camper & Nicholson en 1899, fue propiedad de John Peter Moore, secretario personal de Salvador Dalí, quien lo convirtió durante un tiempo en una galería de arte flotante. En 1971 fue adquirido por el secretario personal de Dalí y abanderado con pabellón español. Incluso se cuenta que el pintor exigía que estuviera siempre a punto por si tenía que huir del régimen franquista. Gracias al esfuerzo del capitán Moore y a las horas dedicadas por Dalí, el «Ílex» es un barco clásico de vela que guarda su esplendor original. Actualmente, tiene su puerto base en Palma de Mallorca.