Electoralitis y bellacos

Lo confieso. Soy un bellaco. Soy de los que creen que las medidas adoptadas por el Gobierno en los últimos doce meses han supuesto un recorte de algunas de las prestaciones sociales que forman parte sustancial del llamado Estado de Bienestar. Ahora bien, también sostengo que, tal y como estaban las cosas, no había otra solución. Es más, puede que Zapatero haya hecho menos de lo que las circunstancias exigen, porque, nos pongamos como nos pongamos, me parece que era imposible mantener el tren de vida que llevábamos como país, a la vista de la crisis económica y financiera internacional que se desató en el verano de 2007. Estas manifestaciones de Zapatero, que sigue en su mundo, empeñado en negar la evidencia, deben ser cosas de la campaña electoral. Pero no es el único aquejado por el virus de la electoralitis. En el bando contrario, la «lideresa madrileña» se ha despachado anunciando que las hipotecas se saldarán con la entrega del bien hipotecado. Eso sí, esta medida sólo sería aplicable en el futuro y no a los créditos actuales. ¡Qué lastima! Seguro que algunos incautos ya se habían hecho ilusiones al leer el titular. Pero es que hay más: ¿acaso tiene la Comunidad de Madrid competencias en la materia? Parece más lógico que la autora de esta propuesta hubiese dicho que, si el PP llega a gobernar, ella pedirá a su partido que se ponga en marcha una reforma de la normativa para conseguir este objetivo. Ya, de paso, podría haber explicado a los más crédulos que eso supondría muchas más dificultades para conseguir una hipoteca (más intereses, menos importe del crédito, se multiplicaría la petición de avales..). La electoralitis, que no perdona.