Los empleados municipales de La Línea en pie de guerra

SEVILLA- La Línea de la Concepción (Cádiz) volvió a centrar ayer el interés informativo. Los trabajadores municipales endurecieron sus protestas contra los retrasos en las nóminas con la quema de neumáticos en las inmediaciones de la frontera con Gibraltar. El colectivo inició una huelga indefinida el 3 de agosto y anunció que haría paros de una hora y media hasta el día 18. A partir de entonces, según amenazaron, la huelga será «total y salvaje» si los impagos y retrasos se mantienen. Un centenar de trabajadores cortó ayer durante una hora el acceso al Peñón en la carretera a la altura del hotel Rocamar, lo que provocó retenciones de más de cinco kilómetros entre las 10:30 y las 11:30.
El secretario provincial de FSP-UGT, José Porras, lamentó que el Ayuntamiento haya abonado «sólo» el 55% de las nóminas de la plantilla, integrada por cerca de un millar de personas. El sindicalista criticó la política del alcalde, Alejandro Sánchez, a quien acusó de «seguir jugando al escondite». «Quiere resolver de un plumazo los problemas que La Línea acarrea desde hace 15 años –dijo en alusión a la tasa que quiere implantar el popular– y que se traducen en situaciones como las que viven los trabajadores locales».
Hoy se reunirá con el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, para solicitarle la intervención de las cuentas de La Línea. Una petición que para Sánchez es «desproporcionada» si se tiene en cuenta que «sólo se debe la paga extra y menos de la mitad de la nómina del corriente y que esperamos pagar en pocos días». El alcalde, para quien UGT «cumple con su parte del guión», recordó que otros consistorios como el de Los Barrios o Estepona «también deben y no han sido intervenidos».

Carga contra Arenas y Sánchez por la tasa
El portavoz socialista en el Parlamento, Mario Jiménez, criticó la «irresponsabilidad y la estupidez política» del presidente del PP-A, Javier Arenas, por «aplaudir y jalear» la «ilegalidad» que supone la tasa que quiere aplicar el alcalde de la Línea, Alejandro Sánchez. «La estrategia del regidor –afirmó– es una respuesta gilista y barriguera, propia del fascismo dulce que inspiraba al señor Gil, que es el mentor político de este alcalde digerido, como todo el gilismo en Andalucía, por el PP». Sánchez, sin embargo, aseguró ayer a LA RAZÓN en tono pausado que cree estar haciendo «lo correcto» y confirmó su intención de llegar hasta el tribunal de Luxemburgo si hace falta para defenderlo.