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«Evita» Chacón
«Mi origen tiene que ver con mi causa y mi causa no tiene fronteras». ¿Olula del Río o Buenos Aires? ¿Carme, Carmen, Carmela, o Eva Duarte de Perón? Porque frente a la oligarquía, las Primarias, frente a los mercados, el gasto público y, por supuesto, más gasto social frente a los parásitos vendepatrias que se han aprovechado de la crisis. Demasiadas coincidencias, como el pelo rubio o su difuso origen geográfico. Incluso ha tenido nuestra contemporánea líder femenina de los trabajadores españoles su particular renunciamiento, no ante el Cabildo Abierto del Justicialismo en la porteña Avenida 9 de Julio, pero sí el pasado mes de junio en el Comité Federal del PSOE, cuando la obligaron a rehusar a hacerle sombra a Alfredo Pérez Rubalcaba. Ahora no, ya no habrá de esperar ni dos horas ni cuatro días para aceptar toda la gloria y aspirar al poder plenipotenciario de la Secretaría General. Los sindicatos, los asalariados, las mujeres y las cámaras de televisión que la quieren, le gritan, o ella cree escucharlos: «¡Ahora, Carme, ahora, o sales tú o hacemos huelga general, abajo el imperio capitalista de la Merkel!». Aunque lo suyo no sea el lenguaje, tan pendiente como está de los acentos (llegó a decir, queriendo significar lo contrario, que «lo único a lo que el PSOE no debe temer es al inmovilismo»). Ocurre además que esta «Evita» Chacón, cuando habla, no sabemos si gime, si llora o si finge. Es una voz frágil y quebradiza, a punto de romperse en cada frase, mientras va poniendo nudos en las gargantas de sus seguidores. Barreda salió emocionado y para el PSOE andaluz puede ser mucho más peligroso el arrebato de la consejera de Presidencia, Mar Moreno, que estuvo en Olula «a título personal». ¿Actuará con igual condición Gaspar Zarrías cuando gana adeptos para Rubalcaba? Que tenga cuidado el socialismo meridional de no dividirse porque muchos de los otrora cercanos al ex condotiero jiennense no están ahora tan distantes de Chacón. Sea como fuere, nuestra comunidad es muy importante porque aporta lo que cualquier Juan Domingo o Eva, Alfredo o Carme precisan en su decorado: los descamisados, es decir, un 32 por ciento de parados. ¿Alguno de ellos ha llorado tras este «Don't cry for me Andalucía»?
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