Frío siberiano

En una noche gélida, bajo cero, el Barça cumplió contra la Real Sociedad. Antes del partido conocía el resultado del Real Madrid en Getafe, donde ganó por 0-1, por lo que no podía fallar si quería seguir estando ahí, a siete puntos de los blancos, esperando una mala tarde del líder. El Barcelona tuvo en sus manos una victoria abultada, pero una vez más perdonó y acabó pidiendo la hora. Pep Guardiola tiró de cantera de nuevo, con jugadores que pronto serán nuevos ídolos de la afición. Uno de ellos, Tello, el sábado se estrenó en Liga con su primer gol, espléndido, a pase de Messi.

Puyol volvió a demostrar que está en su segunda juventud. En manga corta y sin guantes, fue sin duda el jugador más ovacionado de la noche, con una actuación más que destacada. Busquets dio el susto tras un encontronazo con Carlos Martínez que cortó la respiración del campo, y a Guardiola, y que, afortunadamente, quedó en un gran susto.

El Camp Nou registró la segunda peor entrada de la temporada seguramente debido a la intempestiva hora, las diez de la noche, y al frío. Acudieron 52.646 espectadores, que no está mal dadas las condiciones. Messi marcó tras tres partidos en blanco –352 minutos sin ver puerta– y fue definitorio para ganar un partido importante. Al final, el público se marchó a casa helado, pero contento. Y Guardiola agradeció su asistencia. Ahora toca pensar en el partido de Copa del miércoles, con una buena renta del empate a uno de Mestalla que beneficia, a priori, al Barça. Si se gana, tendremos otra final de Copa.