Bruselas

La embestida de Moody's sobre Portugal golpea de lleno a España

La agencia de calificación de solvencia Moody's consiguió su propósito: devolver la intranquilidad a los mercados y sembrar de dudas el futuro de Portugal.

La embestida de Moody's sobre Portugal golpea de lleno a España. Vea el gráfico completo en documentos adjuntos
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La rebaja en cuatro escalones del rating de la deuda soberana portuguesa hasta niveles de bono basura hecha pública el martes tumbó la bolsa de Lisboa (-3,03%), elevó el coste de asegurar sus emisiones hasta máximos históricos, disparó el interés de los bonos a 10 años del 11,59% al 13,06% y, lo que es peor, despertó el fantasma de un segundo rescate de la economía lusa, al estilo de lo que está a punto de suceder con Grecia, un escenario muy hipotético que no está en línea con la realidad, como recordó el portavoz de Economía, Amdeu Altafaj.

El impago cotiza al alza
En España, el siguiente país que está en el punto de mira de los mercados, las cosas no fueron tan dramáticas, aunque la bolsa perdió un 1,22% y la prima de riesgo volvió a terrenos peligrosos después de llegar a superar los 270 puntos.
Moody's duda de que Portugal pueda alcanzar el objetivo de déficit y eso se dejó notar en el diferencial con el bono alemán, que subió 203 puntos básicos, hasta los 1.013, lejos aún de los 1.390 puntos en que está situada la prima de riesgo griega. Para asegurar un posible impago de Portugal hay que pagar un 11,06%. España tiene que pagar por los CDS un 2,97% e Italia, un 2,2%.
Pese a todas estas turbulencias, Portugal consiguió colocar 848 millones de euros en letras a tres meses, aunque tuvo que elevar el tipo de interés del 4,863% al 4.926%.
A pesar de esta nueva jornada de zozobra, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió a insistir ayer en que los mercados «tienen muy claro» que España no tiene nada que ver con Portugal. «No somos Portugal, no somos Grecia, no somos Irlanda puesto que nos hemos preocupado de hacer nuestras tareas para no serlo».

Nueva cita del Tesoro
Nuestro país volverá a pasar hoy una nueva prueba de fuego. El Tesoro tiene previsto colocar entre 2.000 y 3.000 millones de euros en bonos a tres y cinco años. En la anterior subasta, España tuvo que pagar un 4.015% y un 4,244%, respectivamente, para cubrir las expectativas.
Tras numerosas escaramuzas desde el origen de la crisis, los europeos, por boca de la Comisión Europea, lanzaron ayer el ataque más contundente contra las agencias de calificación. El «casus belli» fue la rebaja de la nota hasta bono basura de la deuda portuguesa por Moody's.
«Lamentamos profundamente la decisión», dijo el presidente de la Comisión, el portugués José Manuel Durao Barroso, desde Estrasburgo, quien señaló que la decisión de la agencia no añade más claridad «sino más elementos especulativos a la situación».
El portavoz de Economía recordó en rueda de prensa en Bruselas que el Gobierno portugués acaba de empezar su programa de ajuste acordado con el BCE, la Comisión y el FMI para el que, además, se ha comprometido a tomar medidas adicionales que «prueban sin ambigüedades sus intenciones» de consolidar sus cuentas. Según explican fuentes comunitarias a LA RAZÓN, la UE decidió el martes por la noche lanzar un contraataque a las agencias desde Bruselas y Estrasburgo. Barroso fue más allá al recordar el papel que jugaron las agencias de rating en el origen de la crisis con su recomendación de los productos tóxicos que desataron el terremoto financiero.

Los bancos, en el punto de mira
Los bancos fueron una vez más los valores más sacudidos por el castigo de los inversores. Mientras el Ibex 35 perdía el 1,22%, la banca cedía por encima del 2%. Bankinter encabezó las caídas del sector financiero y perdió el 3,59%. Los grandes acabaron la jornada con descensos en sus cotizaciones del 2,51% (BBVA) y 2,12%, el Santander. En Lisboa se repitió la escena, aunque las pérdidas fueron en consonancia con la caída del PSI-20, el índice de referencia de la bolsa portuguesa. El BCP se dejó en la sesión nada menos que un 6,853%, mientras el BPI perdía un 5,946% y el BES, un 5,684%.