Estreno

Entre la plancha y el ascenso

Teresa Calo estrena «Carrera de obstáculos», con Diana Peñalver y Amaia Lizarralde

084NAC20FOT4
084NAC20FOT4larazon

¿Ser mujer es fácil? La respuesta, si atendemos a Teresa Calo, actriz, dramaturga y directora, está clara. Que se lo pregunten a las protagonistas de «Carrera de obstáculos», el montaje que estrena en el Teatro Galileo, con Amaia Lizarralde y Diana Peñalver, un tándem que se reparte los papeles de estas tres piezas en una. Sí, todo mujeres, en una pieza de mujeres y sobre nositras. Pero, ojo, no feminista: «Está todo contado desde las mujeres, pero el hombre no representa los males», matiza Calo, quien, ante todo, aboga por «el buen entendimiento» entre ambos sexos.

Cambio social
La obra trata más bien de reflejar las dificultades cotidianas de la mitad de la población, las que nacen de cómo está organizada la sociedad: trabajo, hogar, familiares... «En cierto sentido, ser mujer es todavía una carrera de obstáculos. Cada vez menos, por suerte, ya hay hombres que han visto en el cambio que está viviendo la sociedad algo justo y bueno. No se les puede pedir todo, pero sí algo».
Calo ha reunido las tres piezas en un argumento: una escuela de guión. Las tres historias siguientes pertenecen a la imaginación de dos alumnas. En la primera, la autora analiza «hasta qué punto te puede llevar una crisis en el trabajo» y lo hace con una vendedora de robots de cocina que trata de colarle uno a una señora bien. Dos amigas que se secan las lágrimas y comparten inseguridades antes de salir a la calle tras visitar al psicólogo protagonizan la segunda pieza; en la tercera, una ejecutiva a punto de presentar un proyecto vivirá quince minutos de pesadilla en los que todo el universo parece querer acabar con su carrera profesional: el niño se pone enfermo en el colegio, el marido quiere averiguar dónde está su traje, su madre la necesita y una secretaria borde le complica la vida.
«Me gusta hablar de las cosas que me preocupan desde el humor, me parece un ejercicio bueno, pero tampoco soy del chiste por el chiste. En el humor que me gusta se cuela siempre un drama pequeñito», asegura la autora, que debuta de forma profesional con estas obras, aunque ya había hecho sus pinitos en varias ocasiones con propuestas juveniles o montajes pensados para ser representados un día, como «Un millón de mujeres» (que luego se mantuvo más de lo previsto). Y asegura sobre estos textos que se inspiran en su propia vida: «Tienen mucho de mí, sí, y de todo lo que me rodea. Tengo una oreja gigantesca. La vida me sigue pareciendo un cúmulo de situaciones curiosas. No me invento nada, mi subconsciente es como un archivo y oigo cosas que parece que no me dicen nada, pero al sentarme a escribir, todo vuelve».

Hermanas en la ficción
Calo conoció a Lizarralde hace años en una serie en la que ambas eran hermanas en la ficción. La segunda no dudó en sumarse a este proyecto, y llamó a Diana Peñalver. «Diana maneja maravillosamente a la maruja simpática de la primera escena, y Amaia puede dar la imagen de una señora elegante, impertérrita, la típica pija donostiarra. Pero eso no significa que haya sido fácil . Han tenido que hacer un trabajo tremendo», subraya Calo.


- Dónde: Teatro Galileo. Madrid.
- Cuándo: hoy y mañana, 20:30 domingo, 19:00 h.
- Cuánto: 20 euros. Tel. 91 448 16 46.