Andalucía

El adiós de Zapatero no revive al PSOE

Más allá del clamor popular, en las filas socialistas se había convertido en un ruego, un deseo a voces: José Luis Rodríguez Zapatero debía anunciar que no volvería a presentarse como candidato en 2012.

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Sólo así el PSOE se salvaría de una estrepitosa caída, tanto en las elecciones autonómicas y municipales que tendrán lugar en apenas un mes como en las generales del próximo año. O al menos eso es lo que creían dentro de su partido. Sin embargo, tras la euforia inicial, la debacle socialista sigue siendo un hecho.

A menos de 30 días para que los ciudadanos acudan a las urnas, la panacea de los socialistas para remediar todos sus males se ha quedado en un simple espejismo. Tanto es así que el PP seguiría afianzando su mayoría absoluta con una horquilla de entre 186 y 187 diputados, hasta 33 más que en las elecciones generales de 2008. Mientras que el PSOE, pese al anuncio del presidente Zapatero, se situaría entre 122 y 125 escaños, hasta 47 menos que hace tres años. Así se desprende de una encuesta realizada por NC Report para LA RAZÓN en la que se observa que la brecha entre los dos principales partidos nacionales se mantiene.

Los socialistas obtendrían el respaldo del 31,85 por ciento de los ciudadanos, y se dejarían por el camino 12,51 puntos respecto a los comicios de 2008. Mientras que los populares lograrían el apoyo del 46,41 por ciento de los votantes, subiendo un 6,02 por ciento. Cifras que no hacen sino reflejar el mal momento que atraviesan los socialistas, salpicados por escándalos como el «caso Faisán» o los ERE irregulares en Andalucía.

Así, la indignación ciudadana llega en forma de castigo a las urnas. Desde las últimas elecciones generales, los socialistas han perdido más de 3,8 millones de votantes frente al partido que preside Mariano Rajoy, que cuenta con 619.990 sufragios más que en 2008. Y en parte es gracias al índice de fidelización de los votantes del PP, que llega al 93 por ciento. Un hecho que no se repite en el electorado socialista, en el que sólo el 62 por ciento volvería a votar a este partido.

Los nuevos votantes
El desplome del PSOE se debe, en gran parte, a que más de 2,5 millones de sus votantes de 2008 no acudirán a las urnas en esta ocasión y otros 799.000 cambiarán de rumbo político y optarán por apoyar al PP, su rival natural. Una situación de la que se aprovechan los populares y a la que añadirían el efecto del nuevo electorado. Rajoy conseguiría el respaldo del 42,4 por ciento de los nuevos votantes, frente al 29,2 que apoyaría al partido del Gobierno.

Pero el elenco político va más allá de estos dos grandes partidos. Importante es, por ejemplo, la escalada de Izquierda Unida, que pasaría a tener entre 7 y 9 escaños, frente a los dos que obtuvo en 2008, sumando así más de medio millón de seguidores. Le sigue a la zaga CiU, como tercera fuerza política, que se situaría en una horquilla de entre 13 y 14 diputados, hasta cuatro más que en las anteriores generales y se aproxima al millón de votantes, en parte, gracias a los 665.000 que arrebata a los socialistas.

El PNV, por su parte, se mantiene y mejoraría en un punto sus resultados de 2007 al lograr 7 diputados. Situación muy similar a la del BNG, que mantendría sus dos parlamentarios, o ERC, sólo que esta ocasión podría perder hasta dos escaños y quedarse con un asiento parlamentario nada más. Y frente a los nacionalistas, el partido liderado por Rosa Díez, UPyD, seguiría su escalada y pasaría del escaño conseguido en las anteriores generales a una horquilla de entre 3 y 4 diputados, con 798.000 votantes.

Además, el resultado de los partidos tiene fiel reflejo en la valoración de sus líderes. El único que encuesta tras encuesta sigue bajando es Zapatero (PSOE), que apenas logra 3,2 puntos, los mismos que el líder de IU, Cayo Lara. En primera posición una vez más, Josep Antoni Duran Lleida (CiU), con 4,4 puntos, seguido, eso sí, muy de cerca, por Rosa Díez (UPyD), con una nota de 4,2, y Mariano Rajoy (PP), que vuelve a subir, y recibe 4,1 puntos.