Detienen a un soldado que intentó entrar a nado en Ceuta

El rescate no tenía, en apariencia, nada fuera de lo común en un área donde una noche sí y otra también el Instituto Armado debe salir al encuentro de los indocumentados subsaharianos y magrebíes que, vetada por las dos vallas de seis metros de altura que separan la ciudad española del Reino alauita, optan por la vía marítima para alcanzar el sueño europeo.

La sorpresa para los agentes fue que el nadador, vestido con un traje de neopreno y con una mochila y un walkie-talkie se identificó como ciudadano y militar español. Según su relato, durante el fin de semana había extraviado su pasaporte en el país vecino y, al intentar regresar a Ceuta, donde trabaja como soldado raso en el Tercio 2º de la Legión, la Gendarmería marroquí le impidió el paso por carecer de «papeles».

Lejos de acudir al consulado español de la vecina localidad de Tetuán, el militar, de 27 años, explicó a la Guardia Civil que había optado por el mar como fórmula para volver a casa, más concretamente al acuartelamiento del Serrallo, donde tiene fijada su residencia y adonde le llevaron, tras advertir a sus superiores castrenses, los efectivos del Instituto Armado que le interceptaron en el mar.

La Benemérita se cree su versión y, en principio, no sospecha que se trate de uno de tantos jóvenes locales tentados por el dinero fácil que genera el tráfico de hachís marroquí hacia suelo español, aunque no todas las fuentes consultadas opinan lo mismo. Las autoridades trabajan con la hipótesis de que el legionario, obligado como al resto de la guarnición ceutí a pedir autorización para viajar tanto a la Península como a Marruecos, no lo hiciese y acabara prefiriendo media hora de ejercicio en el agua antes que catorce días de arresto.

De momento el Instituto Armado le ha levantado un acta de infracción por entrar en territorio nacional a través de «un punto no habilitado» para ello.