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Batalla por un Parlamento islamista

Batalla por un Parlamento islamista
Batalla por un Parlamento islamistalarazon

El Cairo- El presidente electo de Egipto, Mohamed Morsi, siguió ayer manteniendo reuniones con las autoridades en busca de consensos para formar un Gobierno eficaz que pueda reconducir la situación del país después de 16 meses de errática transición. La Bolsa celebraba con un segundo día de subidas la llegada de un nuevo presidente y, sobre todo, el hecho de que no haya habido violencia, tal y como se temía. Incluso el FMI se dijo dispuesto a ayudar a Egipto, ahora que existe una autoridad de referencia, después de haber bloqueado un paquete de ayuda de 3.200 millones de dólares en los pasados meses.

Las aguas se han calmado momentáneamente, después de semanas de ebullición, e incluso el perdedor, Ahmed Shafiq, ha decidido tomarse unas «vacaciones» y abandonaba ayer el país rumbo a Arabia Saudí, vía Abu Dabi, junto a sus hijas. Sus seguidores parecen haber aceptado la derrota después de una extrema polarización de las calles egipcias, pero la batalla sigue en los tribunales y en las instituciones entre la Junta Militar y el nuevo presidente y su grupo, los Hermanos Musulmanes. El pulso entre las dos fuerzas se ha mantenido en los últimos meses y se intensificó en las últimas semanas, pero los dos enemigos están destinados a entenderse ahora que comparten el mando de Egipto. La Corte Suprema Administrativa egipcia anuló ayer el decreto emitido hace dos semanas que otorgaba a los militares el derecho a arrestar civiles, potestad que sólo tiene la Policía. La invalidación del decreto, que fue ampliamente criticada por las organizaciones pro derechos humanos y se enmarcó en los intentos de acaparar poder por parte de los generales, indica que la Junta está dispuesta a ceder, al menos un poco.

Sin ley de arrestos a civiles
Pero la misma Corte cairota decidía ayer retrasar hasta el 7 de julio el fallo relativo a una demanda contra la decisión del Tribunal Constitucional de disolver el Parlamento, y hasta el 10 de julio otra demanda contra la declaración constitucional adicional adoptada por los militares, que robaron el Poder Legislativo a la Cámara y otros muchos poderes a la Presidencia, en lo que fue calificado de «golpe de Estado blando». Los Hermanos Musulmanes han pedido la retirada de la declaración constitucional y la revisión de la disolución del Parlamento –en el que ocupaban el 50% de los escaños– y ambas disputas tendrán que solucionarse para que Morsi pueda desempeñar su cargo.