Bankia

La Audiencia rechaza la intervención judicial de Bankia

Andreu esgrime que está rescatada en la práctica a través del FROB

La Audiencia rechaza la intervención judicial de Bankia
La Audiencia rechaza la intervención judicial de Bankialarazon

MADRID- El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, rechazó ayer la intervención judicial de Bankia y su matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), así como la sustitución el actual equipo gestor por un administrador único al considerar que «la actual administración es completamente distinta a la que se encontraba al frente de la entidad» cuando se cometieron los hechos investigados.

Por lo tanto, señala el auto, «difícilmente puede entenderse que exista, en el momento actual, peligro de que la mercantil pueda seguir cometiendo los hechos denunciados», dado que «Bankia es una entidad intervenida por el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria», que además de somete a un control parlamentario trimestral. En este sentido, el magistrado del tribunal subraya que el rescate de la entidad no ha hecho más que reforzar el control de la mercantil, en la medida que la comisión del FROB está integrada por nueve miembros nombrados por el Gobierno.

De esta forma, el auto del juez Andreu argumenta que no hay lugar a la intervención judicial para salvaguardar los derechos de los posibles perjudicados, en este caso trabajadores o acreedores –como solicitaban UPyD y el 15-M en su querella como medida cautelar para evitar la destrucción de pruebas– porque entre sus finalidades «no se encuentra, ni puede encontrarse, el aseguramiento de pruebas, ni el de las responsabilidades civiles» derivadas de la causa. Ni tampoco corresponde a este Juzgado, añade el auto, «conocer el estado real de la sociedad ni generar confianza en los mercados», como también pedían las partes denunciantes.

El juez Andreu es el encargado de investigar si los consejeros de Bankia y BFA «pudieron haber distorsionado las cuentas de ambas entidades, a fin de dar la impresión de que su situación patrimonial era mejor que la realmente existente», con lo que pudieron «mejorar los ratios de solvencia y ganarse la confianza de los inversores en la salida a Bolsa y en la subsiguiente cotización».