Ginebra

Las últimas horas de Assange como hombre libre

Julian Assange ha dejado de dar noticias para convertirse en noticia. Wikileaks sigue informando sobre los 250.000 cables diplomáticos secretos de Estados Unidos, pero el fundador del portal ha robado el protagonismo a los propios archivos. Lo que realmente interesa ahora es qué va a ser del hombre que ha marcado un antes y un después en las relaciones internacionales.

Julian Assange en la última rueda de Prensa que concedió hace un mes en Ginebra (Suiza)
Julian Assange en la última rueda de Prensa que concedió hace un mes en Ginebra (Suiza)larazon

Al cierre de esta edición, el ex hacker seguía en Reino Unido, pero las autoridades británicas señalaron que su arresto era «inminente». Autodenominado «activista cibernético», Assange viajó hasta el sureste de Inglaterra en octubre. Lo primero que hizo fue facilitar su teléfono y su dirección a la Policía, que controla todos sus movimientos desde que las autoridades suecas presentaran una orden de arresto por presuntos delitos sexuales. Dos mujeres aseguran que fueron violadas por el responsable de Wikileaks en agosto, pero él lo niega.

Londres rechazó una primera orden europea por problemas técnicos, por lo que la Fiscalía sueca emitió ayer otro texto con la información que faltaba. La complicación se habría producido porque la pena de prisión máxima sólo se había enumerado para el delito con el castigo más duro en vez de precisar todos los presuntos cargos que se le imputan. La Agencia del Crimen Organizado Grave de Reino Unido (Soca) –la que tiene que dar permiso a Scotland Yard para actuar– rehusó ayer hacer comentarios.

Su abogado Mark Stephens aseguró ayer a la BBC que su cliente estaba en una «situación extraña», ya que había tratado de reunirse con la fiscalía sueca, pero le habían denegado la petición.

El pasado 18 de noviembre, un tribunal de Estocolmo dictó que el austriaco era sospechoso de «violación, abuso sexual y coacción ilegal». Un tribunal de apelaciones sueco más tarde confirmó la orden de detención y el Tribunal Supremo apoyó la decisión.

Apurando sus supuestas últimas horas como hombre libre, el «activista cibernético» contestó ayer a varias preguntas on-line con el diario británico «The Guardian». En el encuentro con los lectores, aseguró que las amenazas contra su vida «son asunto de dominio público» e insistió en que su página se dedica a dar voz a sus fuentes, que son las que toman riesgos verdaderos. «Si es cierto lo que alega el Pentágono –que el soldado Bradley Manning es la fuente de todos estos documentos– entonces sin duda debe ser reconocido como un gran héroe», recalcó.

Matizó también que nadie ha podido demostrar que alguien haya sido herido o muerto como consecuencia de sus filtraciones. «Esto, a pesar de los intentos de manipulación llevados a cabo por distintos gobiernos», aclaró.

Por otra parte, explicó que le será «imposible» regresar a su país, ya que la primera ministra australiana, Julia Gillard, y el fiscal general, Robert McClelland, estaban trabajando «de forma activa para ayudar al Gobierno de EE UU en sus ataques» contra él y su gente.
Paralelamente a su historia, se encuentra la de su página web. Wikileaks se ha "mudado"a Suiza después de haber estado inactiva durante ocho horas durante la madrugada de ayer. La compañía EveryDNS.net dio por terminado el servicio debido a la gran cantidad de "ciberataques"contra "wikileaks.org".

En un principio, para garantizar su distribución el portal se alojó en dos servidores, el sueco Bahnhof –donde sigue operando- y el estadounidense Amazon. Éste último matizó que dejó de albergar la web porque violó sus términos de servicio, pero la versión no oficial apunta a presiones de los legisladores estadounidenses. A través de la red social Twitter, Wikileaks tachó al servidor de "cobarde"y recalcó que si esta "tan incómodo con la Primera Enmienda (de la Constitución de Estados Unidos, relativa a la libertad de expresión y de prensa), deberían dejar el negocio de vender libros".

El nuevo "anfitrión"suizo de la web pertenece al Partido Pirata helvético, cuyo presidente, Daniel Simonet –un joven de 24 años con estudios de Informática en la Universidad de Zúrich- da su apoyo total a Assange. En su blog explica que se tomaron una pizza juntos a principios de noviembre y el austriaco le contó su interés por entrar en contacto con las autoridades suizas.

Assange acudió a Ginebra el pasado 4 de noviembre para dar una rueda de prensa en la que anunció su intención de destapar antes de fin de año nuevos documentos secretos que, dijo, "afectan no sólo a EEUU, sino a otros países". Un día después afirmó que estaba "considerando"solicitar asilo político a Suiza por la "larga tradición en defensa de los derechos humanos"de este país. (fin).