La UVA desempolva su patrimonio cultural y artístico

Valladolid- Cuando se cumplen diez años de andadura, el Museo de la Universidad de Valladolid añade fondos a su Colección de Historia y Arte, con una muestra de carácter permanente, que busca ser un ejemplo del importante patrimonio cultural y artístico que la UVA ha ido acumulando a lo largo de sus casi ocho siglos de historia.

Una colección, recopilada por el director del museo, Jésus Urrea, que ha desempolvado numerosas piezas diseminadas por distintas dependencias y edificios universitarios. «Algunas servían como elementos de decoración y otras eran prácticamente invisibles para el público en general», señalaba el rector de la Universidad vallisoletana, Marcos Sacristán.

«Con estas obras se beneficia la comunidad universitaria», continuaba, «y todos aquellos que quieran conocer mejor la historia y el patrimonio de la Universidad». Además, añadió que el desembolso económico que se hizo en su día por alguna de las más de 80 obras expuestas no estaba siendo lo suficientemente rentabilizado para diversos usos culturales.

«Queremos convertir este museo en uno de referencia», indicaba el director del museo, Jesús Urrea, quien anunciaba también que uno de los patios de la sala expositiva acogerá durante el curso pequeñas muestras de carácter universitario.

«El patrimonio nuestro es reducido por que las universidades nunca han sido grandes contenedores de obras pictóricas y además, ésta ha sido bastante ‘desgraciada' con el paso del tiempo».

En esta muestrapueden completarse los escudos representativos de la UVA, bustos de escritores como Francisco de Quevedo o Mesoneros Romanos, un estandarte de la tuna fechado en 1902, y obras contemporáneas de artistas como García Lesmes, Capuletti, Cuadrado Lomas y Benjamín Palencia, así como grabados con la historia de la Plaza de Santa Cruz, sede de la UVA.

Cinco bloques que recorren casi ocho siglos de historia
No son todas las que deberían estar debido, en gran medida, a los cambios producidos a principios del siglo XX, cuando la apuesta por la modernidad hizo que desaparecieran varias obras. Pero sobre todo, fue el gran incendio del 25 de abril de 1939, que dejó muy maltrecha la Universidad y que el fuego no respetó la pinacoteca de aquel momento, con piezas incluso del Museo del Prado. No obstante, son cinco los bloques que constituyen esta muestra y que hacen un repaso de los signos y símbolos que han caracterizado a la Universidad a lo largo de su historia; un repaso por el gobierno universitario con cuadros de rectores y decanos; una tercera parte donde se observan obras de escultura y pintura de los siglos XIX y primeros el XX; un cuarto dedicado a los contemporáneos y un último, donde se repasa la historia del Colegio de Santa Cruz.