Mas-Colell asegura que el Gobierno le reclama el doble de recortes

BARCELONA- La escaramuza entre la Generalitat y el Gobierno a propósito del déficit de la administración catalana ha dado comienzo. El Ejecutivo exige a Cataluña que doble los recortes previstos en gasto público y el Govern respondió ayer que es «totalmente inviable» un ajuste del orden de 5.800 millones.
El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, advirtió el martes de que el objetivo de bajada de déficit para Cataluña del 2,4 al 1,3 por ciento del PIB «no es negociable», en respuesta a la opinión de la Generalitat de que resulta de imposible cumplimiento. Mientras, el conseller de Economía, Andreu Mas–Colell, aseguró ayer que Cataluña no puede cumplir con las directrices de reducción del gasto público del Gobierno y añadió que ,por ello, «tengo que concluir que nos están invitando a maquillar las cifras».
Sin el fondo de competitividad
Lo cierto es que la hoja de ruta de la Generalitat para hacer frente a los 5.800 millones consistía en dos medidas. La administración catalana, por un lado, se comprometía a recortar el gasto por valor de 2.600 millones. Mientras que el Gobierno, por su parte, abonaba 1.350 millones pactados en el fondo de competitividad, traspasaba edificios por los que se podía obtener unos rendimientos de 1.200 millones y, en virtud de la disposición adicional tercera del Estatut, pagaba otros 759 millones. A la hora de la verdad, el Gobierno ha hecho oídos sordos a las peticiones de la Generalitat y exige los 5.800 millones en recortes.
Así las cosas, el conseller señaló: «no creo que el Ministerio de Hacienda sea serio con estos requerimientos y, por lo tanto, tengo que concluir que nos están invitando a maquillar los números». El conseller apuntó que, «en ningún caso», maquillará las cifras: «Sólo haremos lo que creemos que podemos hacer, que es reducir el 10 por ciento de gasto y, dentro de un año, nos tendrán que juzgar sobre este 10 por ciento».
Mas–Colell reprochó que el Gobierno «no ha hecho sus deberes» y afirmó que la ministra Elena Salgado ha sido más perjudicial para Cataluña que el ex consejero Antoni Castells. El conseller señaló que el problema del déficit es el paro, para lo que España destina 35.000 millones a las prestaciones por desempleo: «Nosotros no podemos resolverlo, pero el Gobierno sí, si se pone. Si se resuelve el paro, se resuelve el déficit».
El portavoz del PSC, Miquel Iceta, recogió el guante del conseller y negó la mayor, además de asegurar que Mas–Colell «da miedo» y que no tendría sitio en el PSC. Iceta apuntó que el Gobierno no ha puesto sobre la mesa «nuevas cifras» que impliquen más recortes y recordó que el objetivo de déficit público para 2011 se pactó hace 3 años en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Iceta se mostró molesto por la «tendencia» del gobierno catalán a presentar el objetivo de déficit público como una «obligación impuesta (...) que convierte al Govern en un perfecto irresponsable», cuando el límite del 1,3 por ciento del PIB fue acordado por las comunidades y el Gobierno.