Lucha contra el desempleo
Un tercio de quienes buscan empleo no recibe prestación
Más de 1,5 millones de parados no reciben prestación por desempleo, según el indicador de avance del mercado laboral de Afi-Agett de agosto.
A pesar de lo dramático de la situación, las políticas de empleo han ido en los últimos años en la línea de mejorarla. Así, los últimos datos de empleo ponen de manifiesto que en España hay 4,5 millones de personas sin relación laboral, de los cuales 2,9 percibieron prestación en junio, frente a los 1,3 millones de junio de 2007, lo que supone un aumento del 119,5% en tres años. Este aumento es consecuencia sobre todo de las prestaciones no contributivas, sobre todo por el subsidio de desempleo, con más de 990.000 beneficiarios en junio, y por la ayuda de 426 euros, que beneficia a casi 245.000 familias en nuestro país.
Una vez concluido el verano, las previsiones no son muy alentadoras ya que Afi-Agett prevé que se destruyan de nuevo alrededor de 100.000 empleos, con lo que los ocupados pasarían de 18,6 millones a 18,5 millones de personas. Las estimaciones de Agett entran dentro de lo esperado, puesto que al concluirse la campaña turística de verano muchos empleados finalizan también sus contratos laborales. De este modo, en el mes de octubre la caída de la ocupación será del 1,3%. La contratación indefinida es aún débil y más en los meses de verano. En julio se destruyeron 2.931 contratos de este tipo respecto al mes anterior. Sin embargo, los contratos temporales aumentaron en más de 102.000.
Desde la patronal de las agencias de trabajo temporal indican que también existen «incógnitas» sobre la evolución del empleo a finales del año, debido a que los ajustes en la Administración Pública y en la obra civil ya habrán concluido en estas fechas.
En cuanto a la población activa, la reducción del «efecto desánimo» y el deterioro de la renta familiar lanzaron el número de personas que busca un empleo. Así pues, 99.000 personas salieron de la inactividad para intentar «engancharse» al mercado laboral. Muchas de estas personas son estudiantes y amas de casa que, ante la deteriorada economía familiar, deciden iniciar la búsqueda de un empleo para poder sustentar a la familia.
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