Cómo cuidar el cabello en vacaciones

Antes o después, el verano pasa factura a nuestro pelo. Las altas temperaturas, la elevada radiación solar, el agua del mar o el cloro de la piscina se rebelan como el principal enemigo de un cabello sano. La necesidad de una puesta a punto permitirá mantener una melena sana e hidratada. Tanto en casa como en la peluquería, existen numerosos tratamientos que se adaptan de forma individual a las necesidades de cada persona. Para Lola Bou, vocal de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), «el cabello debe cuidarse todo el año, pero en verano está sometido a agresiones externas que pueden estropearlo». A diferencia de la piel, posee una estructura inerte que le impide repararse.

Además, el ambiente relajado propio del periodo estival conlleva un cierto descuido en el color, la forma y la hidratación. «Los cabellos teñidos deben protegerse del sol, ya que les puede afectar cambiando el tono y el tacto y dándole un aspecto más seco y estropeado», advierte Bou. Los cabellos coloreados van perdiendo brillo de forma gradual debido a la acción de los agentes externos. Un pelo sano puede absorber el 30 por ciento de su peso en el agua y hasta el 45 por ciento si está sensibilizado. Esto se debe a que el agua de las piscinas y las playas arrastra los pigmentos de color y deja un efecto mate. RecomendacionesUn buen tratamiento comienza siempre con el lavado y más si el cabello muestra daños estructurales como puntas abiertas, tendencia a romperse o pérdida de pigmentación. En este caso, los cuidados deben ir más allá de la nutrición y ser capaces de reconstruir la fibra capilar. Por ello, los expertos no dudan en recomendar un champú específico para lavar el pelo después de la jornada de playa. Su uso no sólo eliminará cualquier resto de salitre o de cloro sino que, además, contribuirá a alcanzar la máxima hidratación. «Si se siguen estas pautas evitaremos que el cabello pueda estropearse», sostiene Bou. Si es importante una adecuada protección solar en todo el cuerpo, el cabello tampoco se queda exento de sufrir los daños de las radiaciones ultravioletas. Como comenta Bou, «es muy recomendable el uso de fotoprotectores capilares, así como la aplicación de mascarillas adecuadas a cada tipo de cabello con cierta regularidad».

El cabello rubio es símbolo de belleza, luz y sensualidad. Sin embargo, esta afirmación se desvanece con los reflejos verdosos que a veces adquiere el cabello durante las vacaciones. Para evitar esta situación tan desagradable, conviene emplear tratamientos específicos capaces de neutralizar los tonos amarillos y verdosos. Si los baños de mar se convierten en una auténtica terapia de salud para muchas zonas del cuerpo, no sucede lo mismo en el caso de ciertos problemas capilares como la alopecia o la caspa. «La descamación del cuero cabelludo y la pérdida de pelo necesitan tratamientos específicos en función de la causa que los originan y, en ningún caso, van a mejorar por los baños en el mar», advierte la dermatóloga de la AEDV.

Los milagros no existen y menos a la hora de cuidar el cabello en verano, pero lo que sí es cierto, según Bou, que «llevar al extremo los cuidados habituales que solemos a lo largo del año como mascarillas y lavados frecuentes añadiendo un fotoprotector capilar cuando se lleva el cabello teñido es la clave para tener un pelo sano en verano».