Córdoba

La turista inmortal: se salva del 11-S y de un accidente de avión

Como si de una broma macabra se tratara, la pasajera Agostina Piana colgó en su perfil de Facebook la foto del avión del que acababa de bajarse en la escala de Mendoza (Argentina) con un comentario esclarecedor: "El piloto parecía hacer surf". Una hora después la aeronave se estrelló. No hubo supervivientes.

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"Llegamos sanas y salvas, después de sufrir el despegue mientras el piloto tenía complejo de surfer, y 20 minutos de aterrizaje que parecía una montaña rusa...". Junto al mensaje de Facebook, la foto de los pasajeros subiendo al avión en Córdoba.

Apenas una hora después, este otro comentario: "La puta madre, se cayó el avión en el que viajé a Mendoza. El mismo avión que tenía miedo xq era 1 horror lo inestable y el ruido".

Entre medias, la llamada de su padre al teléfono móvil, presa del pánico, para comunicarle que la aeronave de la compañía Sol de la que acababa de bajarse junto a su hermana Daniela se había estrellado a la altura de la localidad de Río Negro causando la muerte a todos sus ocupantes. Agostina tenía pánico a volar. Posiblemente ya no volverá a hacerlo.

"No entiendo por qué ellos murieron y yo no. Estoy shockeada, esa misma gente con la que viajé está ahora muerta y yo no. He sobrevivido, pero no lo puedo celebrar, porque otros muchos no corrieron la misma suerte", ha declarado a los medios argentinos tras el accidente, ocurrido el pasado miércoles.

Ella y su hermana fueron las únicas supervivientes. Lo realmente curioso es que Agostina se salvó en esta ocasión por bajarse demasiado pronto, y hace diez años lo hizo por llegar demasiado tarde. Porque esta joven de 16 años debía estar el 11 de septiembre de hace una década, de excursión, en lo más alto de las torres gemelas. Sólo una casualidad quiso que no fuera así.

Casualidades el 11-S

Agostina tenía previsto acudir a las 9 de la mañana del 11-S, a la hora en la que se estrelló el primero de los aviones de los terroristas, a una de las torres gemelas. Estudiante por aquel entonces, se encontraba en un intercambio con el colegio, pero dos casualidades hicieron que, afortunadamente, los planes se trastocaran.

"Teníamos todas las actividades pautadas y el martes 11 a las 9 tenía que estar arriba de las torres –explicó a la emisora Radio 10-.A las 8 estábamos en el colegio esperando el micro para salir, cuando alguien advirtió que habían olvidado hacernos el almuerzo y nos tuvimos que retrasar. A esto se une, además, que el chófer no había llegado".

Poco después, alguien les avisó de lo que había ocurrido en la misma torre, a la misma hora, donde ellos debían haber estado. "No encuentro ninguna explicación a todo esto", admite.

La fuerza del destino

Quizás alguna pista esté en los mensajes que había ido dejando en las redes sociales. Unos minutos antes de despegar, en su twitter, una frase de una canción en inglés: "Porque me estoy yendo en un avión, y no sé si estaré de vuelta otra vez".

Unas semanas antes, en su blog: "Cada camino que tomamos, cada decisión, cada cosa que hacemos, modifica el rumbo de nuestras vidas y de la de los demás. No deja de sorprenderme el universo de oportunidades y opciones de consecuencias que hay con cada acción, tanto positivas como negativas. Y pensar «si hubiera salido 3 minutos más tarde»; «si hubiera tomado otro camino», «si hubiera elegido otra cosa»... El decidir ir por un camino en el auto puede evitar/causar un accidente".