Londres

Gibraltar extiende al este del Peñón el negocio de las gasolineras flotantes

A los gibraltareños se les ha quedado pequeña la bahía.

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 La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, llega hoy a Londres para reunirse con su homólogo británico, William Hague, un día después de que el Partido Popular y las organizaciones ecologistas acusen al Gobierno de Gibraltar de extender el negocio de las gasolineras flotantes al este del Peñón. Para el PP, esta nueva afrenta al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero supone una «vuelta de tuerca más» a unas relaciones en las que España lleva las de perder.

En declaraciones a LA RAZÓN, el diputado popular José Ignacio Landaluce, señaló que Gibraltar ya cuenta con la tecnología necesaria para extender este negocio ilegal de repostaje a la cara este de la Roca, «la que da hacia el Mar de Alborán, lo que supone un incremento del riesgo de vertidos a la hora de trasvasar combustible de una embarcación a otra».

Según explicó a este periódico Antonio Muñoz, de la asociación Verdemar, el motivo de que el «bunkering» se extienda al este es que «la Bahía de Algeciras está estresada de barcos» por un negocio muy lucrativo que mueve al año casi cinco millones de toneladas de fuel en las aguas territoriales españolas que el Gobierno británico reclama como propias.

El primer viaje de «Trini» a Londres se enmarca en un intento por retomar el diálogo con Gran Bretaña sobre la ex colonia británica después de la suspensión de la reunión del Foro Tripartito (que debía celebrarse a finales del año pasado) por el desplante del ministro principal, Peter Caruana.

Los incidentes entre las patrulleras de la Guardia Civil y la Marina británica en la bahía son la norma desde hace meses, aunque el Gobierno de Zapatero se esfuerza por no atender las quejas de los agentes de la Benemérita, que se sienten desprotegidos, para no perturbar el «statu quo» con Londres.

La última provocación de Caruana puede acarrear un grave riesgo medioambiental, ya que, según Antonio Muñoz, la zona en la que ya han empezado a realizar el tráfico de combustible «es una de las regiones más peligrosas del mundo de la navegación, donde se han producido varios accidentes». El trasvase tiene mucho más riesgo que en la bahía, donde estaba protegido del cambio de mareas.

Lo cierto es que en Algeciras nadie acierta a comprender por qué el Gobierno no actúa ante una violación tan obvia, y tan peligrosa, de la soberanía española. El PP en el Senado se sumó ayer a la ola de denuncias y presentó una moción en la Comisión de Exteriores exigiendo al Gobierno que ponga remedio a esta situación y que sea la propia «Trini» hoy en Londres quien dé el primer paso.

Sobra decir que la moción fue rechazada. Según señaló el diputado del PSOE José Carracao, la imagen dada sobre Gibraltar era «inexacta» y «anacrónica» y todas las polémicas mencionadas «dejaron de producirse hace más de una década». Versión muy lejana de la ofrecida por el diputado del PP Luis Peral, para quien los incidentes son «graves» y de «plena actualidad», por lo que «no pueden pasarse por alto».