Brad y Leo la cara y la cruz por Lluís Fernández

Quien ha sobrevivido al naufragio del Titánic no puede ser un mal actor. Leonardo DiCaprio ha demostrado que es uno de los grandes intérpretes actuales con un amplio registro dramático. Además de una estrella que puede permitirse el lujo de trabajar con enormes directores y seguir en la cumbre. Brad Pitt es su opuesto en el luminario hollywoodiense. Ambos, eso sí, son rubios, guapos y glamourosos. Capaces de interpretar papeles dramáticos, personajes torturados y comedias disparatadas. Pero se distinguen por sus distintas trayectorias artísticas y mundanas. DiCaprio es poco dado al alterne. No ha hecho, como Brad Pitt, de su vida pública un «show» para vender cualquier causa justa. Ni se pasea con una espectacular estrella por países exóticos con una tribu de niños. Por cierto, ¿sobrevivirá Brad Pitt a su relación con Angelina Jolie? Ambos recuerdan a viejos prototipos del Hollywood clásico como Brando y Newman, aunque sólo DiCaprio ha mantenido una línea ascendente, mientras que Pitt alterna los filmes de acción con películas espantosas y dramas realmente apreciables en donde combina su encanto sexy con buenas dotes interpretativas.

Es paradójico que Pitt comprara los derechos de Infiltrados para interpretarla junto a Tom Cruise y acabara dirigiéndola Martin Scorsese con su actor fetiche, Leonardo DiCaprio, y Matt Damon. Un cuarteto de magníficos actores con carreras similares, y todos ellos mitos del cine contemporáneo.De los cuatro, Pitt es el actor más mediático. Cruise ha llegado al zénit y vive un momento de cambio, mientras que Damon encontró un relanzamiento de su carrera con la saga de Bourne. Al ser el más joven, DiCaprio tiene por delante una espectacular trayectoria. Juntos, suman una docena de las mejores películas de los últimos veinte años.

Lluís Fernández