La junta de Iberia aprueba la fusión con British y cierra 83 años de historia

Tres días después, el 24 de enero, International Airlines Group (IAG) el grupo resultante de la fusión, iniciará su andadura en Madrid y Londres. Y es que ayer, las juntas de accionistas de las dos compañías aprobaron la operación de fusión, que dará lugar al tercer grupo europeo de transporte aéreo, que operará 1.700 vuelos diarios con una flota de 406 aparatos que unirán 204 destinos a un total de 58 millones de pasajeros.

Objetivo cumplido
«He cumplido con una de las metas que se fijó el consejo de administración hace año y medio», dijo Antonio Vázquez, presidente de Iberia y futuro presidente de IAG, a los accionistas, en los que no encontró ninguna oposición, de la complementariedad de las dos compañías, el alto potencial de sinergias (400 millones de euros a partir del quinto año) y las enormes oportunidades de futuro que se abren en un sector que sigue a marchas forzadas su proceso de concentración.
La nueva IAG tendrá su sede social en Madrid, donde se celebrarán todos los consejos y todas las juntas de accionistas, y la sede financiera en Londres.

Walsh, que será el consejero delegado de IAG, tiene ya en mente nuevas incorporaciones una vez consumado el matrimonio con Iberia. Entre ellas, aerolíneas de menor tamaño, pero también de importancia estratégica para consolidarse en nuevos mercados. La brasileña TAM y la portuguesa TAP podrían estar rondando por su cabeza. Vázquez aseguró en Madrid que la fusión era «un proyecto escalable para nuevos socios», aunque no se estaba hablando con ninguno.

Pero ayer no todo fueron buenas noticias. Los tripulantes de cabina (TCP) de BA anunciaron que votarán de nuevo posibles acciones de huelga en defensa de sus condiciones laborales. En los mercados no hubo tiempo para celebraciones: Iberia cedió un 2,88% y British Airways, un 3,94%.